El poder por naturaleza reside en el pueblo y son estos que mediante un contrato social implícito ceden ese poder para que se constituya un gobierno. Es decir que el Estado surge por un acuerdo simbólico entre la población y su gobernantes.
La República es una forma de gobierno donde el pueblo decide quién y cómo va a gobernar. Ningún funcionario puede mantenerse en el poder sin una elección de por medio y todo cargo tiene un plazo. Cuando ese plazo se vence se vuelven a realizar elecciones. Un elemento a destacar de la república es que el poder se distribuye a diferentes niveles por ejemplo el poder municipal, provincial, nacional y además existen poderes independientes: legislativo, ejecutivo, judicial.
En una forma de gobierno representativa el pueblo no gobierna directamente porque ponerse de acuerdo entre todos los que viven en mismo lugar sería imposible. Entonces el poder se delega a los representantes que gobiernan en nombre del pueblo.
Por último la forma de gobierno Federal hace alusión a la organización política que tiene el país. Existe en este caso un Estado Nacional que reconoce poderes autónomos: poderes provinciales pero que forman parte de un Estado Nacional único. La autonomía de las provincias se basa en poder tener sus propias actividades económicas y tener ganancias, su propio gobierno y servicios.