Una nube es un conjunto de gotitas de agua o de cristales de hielo (suspendidas en la atmósfera) que ha alcanzado la densidad necesaria para ser visible.
Las nubes dispersan toda la luz visible, y por eso se ven blancas. Sin embargo, a veces son demasiado gruesas o densas como para que la luz las atraviese, y entonces se ven grises o incluso negras.
Hay varios procesos importantes para la formación de nubes:
- La convección es uno de los procesos que permiten la formación de las nubes. Cuando brilla el Sol el aire que se encuentra a nivel del suelo que contiene vapor de agua es calentado y comienza a elevarse; según va ascendiendo comienza a enfriarse. Las nubes se forman cuando el aire húmedo se enfría por debajo de una temperatura crítica: entonces el agua se condensa sobre partículas diminutas suspendidas y forma gotas en la atmósfera.
- Las nubes también se forman debido a la topografía de la superficie terrestre, por ejemplo las montañas y las colinas. Se denominan «nubes orográficas«. El aire es obligado a moverse encima de las montañas y a medida que asciende, se enfría. Si se enfría hasta su punto de saturación, se produce la condensación y el agua contenida en el aire se convierte en nubes visibles.
- Cuando el aire se eleva sobre las montañas, se enfría y se satura con vapor de agua. Se produce la condensación y el vapor de agua se hace líquido. Permanece en forma de nubes o lluvia mientras que el aire sigue ascendiendo. Cuando la masa de aire desciende por el otro lado de la montaña, el ambiente está más seco y cálido. Esta diferencia de temperatura se conoce como el efecto Foehn.
Vía: astroyciencia