Pensamos la educación y esta vez tocamos el otro lado de la ecuación en la educación: los docentes. Como bien sabemos sin los docentes que sostienen esta tarea tan noble de educar el proceso educativo estaría incompleto, y siempre hablamos sobre temas relacionados a los alumnos, pero poco ponemos nuestro foco de atención en los maestros, por eso nos preguntamos acerca de la formación docente de los mismos.
Obviamente que la formación académica del docente es una de las claves de la educación en un país, porque en definitiva se está formando gente que en un futuro formará a otras personas. Es tan simple y complejo como eso, pero en definitiva nos preguntamos ¿es adecuada la educación que hoy reciben los futuros docentes?
La respuesta es amplia, y calculo que variará bastante dependiendo de en donde se forme el mismo y cuanto empeño personal le ponga, personalmente pienso que el instituto tiene que ver, pero la continua formación y perfeccionamiento esta en cada uno. En este sentido para mí de nada serviría que en esa carrera reciban la mejor educación pero luego el docente ya no se preocupe por mejorar y superarse –como en cualquier profesión-.
Para mí las falencias más fuertes se encuentran en la formación de las nuevas tecnologías, y como educar a través de estas y verlas como un aliado y una herramienta para explotar, y no como un enemigo. Hoy en día los chicos vienen cada vez más tecnológicos y “desafiantes”, eso también implica un desafío, y es el justamente proponer nuevas pedagogías y formas de educarlos, para que estos no vean a la escuela como un lugar aburrido, o peor a la educación como algo que no vale la pena.
Por tanto para mí la clave está en que los docentes repiensen nuevas maneras de enseñar, utilizando todo lo que el medio que nos rodea hoy nos ofrece: nuevas tecnologías, mayor acceso a la información, nuevas plataformas educativas, soportes alternativos. Y ¿Por qué no? La conjunción de esto nuevo con lo mas tradicional.