Saltar al contenido

Gases Reales

En “Gases Ideales” se marcó una diferencia entre gases reales y gases ideales. Y se estableció que un gas real a baja presión puede ser considerado como gas ideal. Así por ejemplo, para presiones inferiores a 2 atmósferas un gas real puede ser considerado gas perfecto con errores despreciables.

Dentro de los gases que no pueden ser considerados como reales, pueden encontrarse los gases permanentes y los gases licuables. Los gases permanentes son aquellos a los que no se los puede licuar por simple variación de la presión sea cual fuere la temperatura a la que se encuentren. Por licuar un gas, se entiende cuando se genera el cambio de estado hacia líquido (cuando se lo convierte en un líquido). Los gases licuables entonces, son aquellos que si pueden licuarse en esas condiciones. Por ejemplo, el aire es un gas permanente ya que para licuarlo por compresión es necesario, previamente enfriarlo a unos 150°C bajo cero. En cambio, el anhídrido carbónico o dióxido de carbono, es un gas licuable pues mediante una simple compresión se lo puede licuar a temperaturas inferiores a 31°C.

Los gases reales, al igual que los ideales, también tienen leyes que rigen su comportamiento. La que mejor ha logrado representarlos es la ley propuesta por J.D. van der Walls.