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Hidratarse en verano

Cómo prevenir la deshidratación

El verano llegó con todo y no parece dar tregua. El calor no cede y ya no agua que de ha basto para evitar las pérdidas que sufrimos día a día. Por ello es importante evitar los efectos nocivos del sol y el aire cálido y prevenir sus consecuencias antes que tratarlas cuando ya ocurrieron.

El sol fuerte no sólo hace daño a la piel sino que también somete a nuestro cuerpo a altas temperaturas, muchas veces difíciles de regular con nuestro propio termostato. Si no nos protegemos del sol y cumplimos con un adecuado plan de hidratación, el sol puede causar estragos en nosotros.

Para prevenir los efectos del sol sobre la piel ya hemos hablado en otra oportunidad, aunque si quieren pueden refrescar la memoria y releer la nota Enfermedades Solares. El tema que hoy nos atañe es otro, consecuencia también de las temperaturas extremadamente altas: la deshidratación.

Para prevenir la deshidratación, que puede incluso llegar a ser muy grave, es importante tomar las siguientes medidas:

– Tomar más de dos litro de agua por día.

– No realizar actividad física extrema pero si lo haces procura incorporar mayor cantidad de agua a tu ingesta diaria.

– Anda con una botellita de agua siempre encima.

– No tomes agua solo cuando tengas sed, toma agua regularmente a pesar de que sientas que no la necesitas.

– Podes tomar otras infusiones aparte de agua en su estado puro: aguas saborizadas, té frío, tereré.

– También podes incorporar agua a través de alimentos como las frutas. Por ejemplo el melón y la sandía.

Luego de haber leído cuáles son las maneras de evitar deshidratarnos, los invito a mirar este vídeo para que conozcan que puede ocurrir si se deshidratan, de esta manera tomarán más conciencia en su prevención.