Saltar al contenido

Homocigotos y homocigotas

Son cada vez más los sitios naturales que va perdiendo el planeta por intromisión del hombre, donde la vida animal y vegetal sigue su curso y nadie tiene en cuenta ese detalle no menor. Esto ha despertado una alerta en comunidades internacionales dedicadas al estudio de casos semejantes, motivo por el cual un grupo de ecólogos australianos se encuentran llevando a cabo un trabajo que parece indicar la pérdida del 10% de las regiones salvajes en el mundo. Hoy hablaremos, a lo largo de estas líneas, de los homocigotos y homocigotas, siendo el punto de partida para el desarrollo de la vida genética.

Cuando líneas más arriba hablábamos de una pérdida en el porcentaje de vida de flora y fauna, nos referíamos a sitios de selva virgen, lugares que parecen no ser del todo conocidos en el mundo y donde los ecosistemas no llegaban a cruzarse con la civilización en épocas antiguas. Son esas zonas las que acabaron desapareciendo; ya no existen las playas vírgenes donde nadie había puesto un pie jamás.

Todo esto se debe al gran avance que se ha atrevido a realizar el hombre, cuya población crece a pasos agigantados y necesita nuevos sitios donde habitar. Es por ello que ha ocupado nuevos territorios, alterando y modificando los ecosistemas propios de cada lugar. Como consecuencia de estos avances se han perdido diversas formas de vida; la diversidad biológica se ha visto censurada.

 

Estudios realizados han indicado que el Amazonas ha perdido un 30% de sus tierras salvajes, vírgenes, y el África un 14% de zonas donde el hombre parecía no tener influencia. Los porcentajes calculados no indican que se estén perdiendo hábitats naturales por completo, sino que aún prevalece la vida salvaje en esos 3.3 millones de kilómetros cuadrados aunque con presencia de la mano del hombre.

 

 

Entonces podemos decir que, de acuerdo al análisis y los estudios realizados, quedan 30 millones de kilómetros cuadrados de tierra emergida que aún es considerada salvaje. Eso equivale a un 23% de tierra, características del norte americano, el norte de Asia y África, y también en el centro de Australia. La región que más territorio salvaje ha perdido ha sido el sur del continente americano, donde se han aplicado recursos forestales para el aumento de la producción del lugar.