Saltar al contenido

De todos los elementos, sólo los seis gases nobles del grupo 8A de la tabla periódica (He, Ne, Ar, Kr, Xe y Rn) existen en la naturaleza como átomos sencillos. La mayor parte de la materia está compuesta por moléculas o iones formados por los átomos.

Un ión es un átomo o un grupo de átomos que tiene una carga neta positiva o negativa. El número de protones, cargados positivamente, del núcleo de un átomo permanece igual durante los cambios químicos comunes (reacciones químicas), pero se pueden perder o ganar electrones, cargados negativamente. La pérdida de uno o más electrones a partir de un átomo neutro forma un catión, un ión con carga neta positiva. Por ejemplo, un átomo de sodio (Na) fácilmente puede perder un electrón para formar el catión sodio, que se representa como Na+. Por otra parte, un anión es un ión cuya carga neta es negativa debido a un incremento en el número de electrones. Por ejemplo, un átomo de cloro puede ganar un electrón para formar el ión cloruro Cl.

Se dice que el cloruro de sodio (NaCl), la sal común de mesa, es un compuesto iónico porque está formado por cationes y aniones.

Un átomo puede perder o ganar más de un electrón. Como ejemplos de iones formados por la pérdida o ganancia de más de un electrón están: Mg++ y S. Salvo algunas excepciones, los metales tienden a formar cationes y los no metales, aniones.

Además es posible combinar dos o más átomos y formar un ión que tenga una carga neta positiva o negativa. Como por ejemplo, OH (ión hidróxido) y NH4+ (ión amonio).