Últimamente en las noticias nos desayunamos con cada vez más casos como estos: una situación de delito, y vecinos que se encargan de ajusticiar el hecho golpeando –en casos hasta a matar- a quien provocó el mismo, lo que conocemos con justicia por mano propia.
Debido a la inseguridad que hoy atraviesa el país, hecho delictivos son cada vez más comunes, y parece que la gente se canso y ahora la justicia por mano propia es cada vez más común. Ante esta situación se generan cientos de debates, con opiniones muy encontradas.
Por un lado tenemos a aquellos que dicen que si el estado y la justicia no actúan, el ciudadano que no delinque y que trabaja para vivir, no debe porque tener que seguir soportando las injusticias cotidianas, donde hoy en día hasta personas mueren en manos de asaltantes, y por ende estaría más que avalando hacer justicia por mano propia. Pero por el otro, estan aquellos que apelan a que esto es ilegal y que es una locura que cada uno decida actuar de este modo, ya que para hacer justicia se encuentra el estado y las leyes que este promulga.
Los códigos –civil y penal- de nuestro país no avalan este tipo de reprimendas, por ende estos actos son ilegales. Pero imaginen la situación, ¿no sería una locura si el estado decidiera dejar que cada uno haga justicia por mano propia?. Además básicamente esta idea se contradice por sí misma, ya que si yo voy y mato a alguien que mato a otra persona, automáticamente me estaría convirtiendo también en un asesino.
Lo que sí es preocupante que va de la mano de estos hechos, es el gran deterioro social por el que el país está atravesando, un deterioro que es tanto político, como ético y cultural; muchos están cansados, cansados de que les roben, cansados de que los que nos representan roben, cansados de trabajar solo para vivir, y la lista sigue… Por este motivo es hora urgente de que el estado actúe, que contenga a la población, que eduque con el ejemplo, si partimos de la base de que nuestros representantes se están peleando todo el tiempo y generando violencia, no podemos esperar que la población se conduzca de otro modo.
Argentina tiene que encontrar el modo de llegar a la calma, y desde los organismos que nos gobiernan que salgan soluciones concretas a los problemas de inseguridad, drogas y violencia que hay, animando a que nunca uno debe hacer justicia por mano propia, y garantizando de que la justicia si la hará-