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La Arquitectura de Miguel Ángel

Para 1516, cuando Miguel Ángel recibió su primer encargo arquitectónico, ya había realizado innumerables obras de excelente calidad como lo fueron, por ejemplo, las estatuas de David y la pintura de los fresnos de la Capilla Sixtina. Hoy estamos aquí para contarte un poco sobre la arquitectura de Miguel Ángel, siendo un artista célebre que trabajó para figuras, valga la redundancia, célebres.

 

 

Los trabajos que hasta la actualidad se conservan, revelan el éxito y prestigio que Miguel Ángel ha sabido ganar durante su época como arquitecto y pintor. Veamos a continuación cuáles fueron los trabajos más novedosos del artista:

 

  • REFORMULACIÓN DE LAS NORMAS CLÁSICAS

Aún no se han establecido cuáles fueron las razones que llevaron a que este proyecto haya sido abandonado. En compensación, el Papa le encargó a Miguel Ángel que realizara lo similar, la Sacristía Nueva, en la iglesia de San Lorenzo. Allí el artista incluyó un segundo piso entre las pilastras y la zona de las pechinas, coronando así el conjunto con una cúpula semiesférica que reproduce el artesonado del Panteón.

Lo más innovador es la decoración arquitectónica de los muros; los nichos situados sobre las puertas han perdido su función original e introducen un elemento de tensión abstracta que se convertiría luego en una de las características más llamativas de la arquitectura de Miguel Ángel.

Según lo postulado por Giorgio Vasari, «Miguel Ángel rompió las ataduras y cadenas de un modo de trabajar que se había convertido en habitual a fuerza de usarlo».

 

  • BIBLIOTECA LAURENZIANA

Para 1524 fue necesario llevar en simultáneo los trabajos de la Nueva Sacristía con los de la Biblioteca Laurenziana, los cuales fueron encomendados por el Papa Clemente VII. Sus dimensiones estaban determinadas por las del claustro, pero se incluyó además un vestíbulo para colocar la escalera que da paso a la sala de lectura.

Los paramentos de la biblioteca presentan un escalonamiento en varios niveles capaces de otorgar la profundidad necesaria; allí se ha puesto en juego la capacidad de Miguel Ángel para el desarrollo de efectos sorprendentes de superficie que alcancen la máxima expresión. Las columnas pareadas están hundidas en los muros y parecen sostenidas por unas enormes cartelas que surgen del nivel inferior, mientras los nichos rectangulares poseen pilastras que se ensanchan hacia arriba y se destacan de los bloques de paramento.

En 1530 los Médicis retomaron el poder, y Miguel Ángel volvió a consagrarse líder frente a esas obras tras haber hecho un paréntesis en el que sirvió al nuevo gobierno. En 1534 no dudó en marchar definitivamente a Roma, dejando inconcluso el trabajo de la decoración de la capilla y la escalera de la biblioteca.

 

  • INTRODUCCIÓN DEL ORDEN COLOSAL

Luego de haberse instalado en Roma, Pablo III le confió a Miguel Ángel los más importante proyectos de su mandato. En primer instancia la reordenación de la plaza del Campidoglio, en 1546, sobre la antigua colina del Capitolio, donde debió Miguel Ángel modificar las fachadas de los palacios Senatorio y Dei Conservatori. El trabajo no fue concluido hasta finales del siglo XVII, pero los planos originales fueron respetados a capa y espada.

 

 

En el diseño de estos palacios aparece por primera vez el llamado orden colosal o gigante, en el que enormes pilastras se alzan desde el suelo hasta la cornisa, abarcando dos plantas que poseen su propio orden secundario. El trabajo de Miguel Ángel consitió en combinar la escala de un templo con la división en cuerpos más pequeños de un palacio.

 

  • LA BASÍLICA DE SAN PEDRO

Tras haber sido nombrado arquitecto jefe de la Basílica, Miguel Ángel aseguró que «alejarse de Bramante es alejarse de la verdad». A pesar de ello, criticó la maqueta de su antecesor y presentó un proyecto totalmente diferente.

El arquitecto propuso una vuelta al esquema de cruz griega, simplificando las rotondas de los ángulos y eliminando los deambulatorios de los extremos de la cruz y los campanarios. Por otro lado simplificó y reforzó la estructura, aumentando el grosor de los pilares principales y fusionando los laterales con el muro exterior.

Según lo planteado por Miguel Ángel en sus proyectos arquitectónicos, todos los elementos estaban sometidos a un criterio de unidad. Buscó lograr armonía entre el interior y el exterior, siendo tarea difícil lograr la homogeneidad en la articulación de las masas, sobre las que dominaba imponente la cúpula.

Miguel Ángel muere en 1564, cuando las obras del nuevo San Pedro ya se encontraban encaminadas. Fue reemplazado por Vignola, quien introdujo cúpulas menores, siendo la principal erigida entre 1586 y 1591 por Giacomo della Porta, quien le imprimió un perfil apuntado no previsto por el maestro.