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La batalla de Caseros

Juan Manuel de Rosas

Juan Manuel de Rosas asume la gobernación de Buenos Aires en 1829, ejerciendo una gran influencia sobre todo el país. Su gobierno, que culminó en 1852,  siempre fue caracterizado como autoritario; oponiéndose por ejemplo a la organización nacional y sanción de la constitución.

A partir de 1951, su ex aliado Justo José de Urquiza decidió enfrentarse al gobierno bonaerense, y alistó a sus hombres en lo que denominó El ejército Grande. El mismo estaba compuesto por fuerzas de BrasilUruguay y de las provincias de Entre Ríos y Corrientes. El emperador de Brasil, Pedro II, proveería infantería, caballería, artillería y todo lo necesario, incluso la escuadra. Por supuesto que el emperador de Brasil no hacía esto en defensa de la libertad y los derechos humanos, y solicitó y obtuvo del gobernador Urquiza la hipoteca de territorio argentino en garantía a sus contribuciones.

En las provincias la actitud de Urquiza despertó diversas reacciones. Córdoba, por ejemplo, declaró que era una infame traición a la patria, y otras provincias reaccionaron e intentaron formar una coalición militar para defender a Rosas, pero ya era demasiado tarde.

EL PRONUNCIAMIENTO DE URQUIZA Y LA BATALLA DE CASEROS

El 1 de mayo de 1851, Urquiza, gobernador de Entre Ríos, realizó “El Pronunciamiento” contra Rosas, aceptando la renuncia que periódicamente Rosas presentaba, y le era rechazada, sobre el manejo de las relaciones exteriores. El 29 de mayo firmó una alianza con Brasil para defender la soberanía y la paz de la Banda Oriental, logrando terminar con el sitio de Montevideo. 

La invasión a la Banda Oriental por parte de Brasil, y la incursión de una escuadra brasileña en los ríos interiores de la República Argentina, dieron motivos a Rosas para declarar la guerra al Imperio del Brasil, el 18 de agosto de 1851. Esto favoreció los planes de Urquiza, que firmó con Uruguay y Brasil, un tratado el 21 de noviembre de 1851, para enfrentar a Rosas. 

Urquiza alistó a sus hombres en el “Ejército Grande”, avanzó sobre Buenos Aires y derrotó a Rosas en la batalla de Caseros, el 3 de febrero de 1852. La batalla duró 6 horas y se desarrolló en la estancia de la familia Caseros, situada en las afueras de la ciudad de Buenos Aires (actualmente el campo de batalla se encuentra en los terrenos del Colegio Militar de la Nación).

Horas después, Rosas presentaba su renuncia por escrito. La caída de Rosas parecía poner fin a las disputas provinciales; sin embargo, los enfrentamientos se tornarían más encendidos que nunca en los posteriores años.

Representación de la batalla de Caseros

 

Via: www.elhistoriador.com.ar