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La construcción de la infancia y mis recuerdos más lindos

Juanita, mi sobrina.

Hoy es día temático en Neet, y ayer asado de por medio, decidimos hablar sobre la infancia, después de que Lelu no hizo reír mucho contándonos anécdotas que lo marcaron para siempre con su (antes diablo, ahora ángel) amigo Pablo. De este modo Bruno en Neetecno nos contó como se divertía cuando era chico, en Neetcurioso Julieta hizo una nota hermosa contándonos que era la niñez para ella, mientras que Tacun se pregunta ¿la vida esta al revés?, además en Neetguías Ro nos dice que jugando se pasa la vida, y Pablo nos cuenta como eran sus reglas cuando de jugaba a la bolita.

Yo voy a contarles un poco acerca de como se fue contrayendo el significado de la infancia -y todo lo que implica-, y contarles algunos de mis recuerdos de esta hermosa etapa.

Podemos afirmar que el significado actual de la infancia no fue siempre así; como pasa con otras elaboraciones culturales nos parecen tan naturales que a veces olvidamos que en sí se crean y transforman a través de un proceso histórico. Recorramos un poco la historia y veamos cómo era concebida la infancia a lo largo de esta. Por ejemplo en la antigüedad romana, se pensaba que la vida se daba dos veces, una primera vez al salir del vientre materno, y la segunda cuando el padre lo elevaba (en estas acciones se demuestran la importancia de los vínculos sanguíneos). Ya en el siglo II va a nacer un nuevo modelo de familia, donde comienza a ser importante los vínculos en sí, y por ejemplo el matrimonio va a ser más importante que ninguna otra unión; de este modo la fecundidad va a adquirir un gran valor, y preparar la función que desempeñará el niño.

Durante la Edad Media, el poder del individuo se centra en el número de clientes y sus relaciones para con estos, lo cual se traslada a la familia, ya que los lazos sanguíneos aseguran lealtad, y se vuelve a potenciar la revalorización de la fecundidad. Un ejemplo de eso es que el infanticidio, que antes era practicado, comienza a ser catalogado como delito. Pero la infancia va a resplandecer en el siglo XVI, donde se le concede a esta la importancia; en este siglo los niños van a adquirir valor por sí mismos, van a tener su propio estilo para vestirse (diferenciándose de los adultos).

Un siglo después va a configurarse el sentimiento de ternura en función de la infancia, igualmente va a existir una severidad en la educación. Desde esta siglo el XVIII, se manifiesta una revolución en la afectividad hacia los niños; por otra parte gran merito de esto lo da el paso de la familia troncal a la familia nuclear, y la creación de la escolarización, que tenía como principal objetivo integrar al niño para potenciar sus capacidades y desarrollo.

Además otro factor muy importante es el dejar de concebir tener hijos para tener descendencia y garantizar la permanencia, sino simplemente tener un hijo para tener una oportunidad de amarlo y dejarse amar.

En este brevísimo recorrido nos podemos dar cuenta que la infancia es una construcción histórica, que termina de ser elaborada en la modernidad. A esta podemos definirla hoy en día como la etapa que va desde el nacimiento hasta los 7 años aproximadamente, durante este periodo se va desarrollando nuestra inteligencia y afectividad.

Yo,cuando tenía 3 años.

De los 2 a 4 años se desenvuelve nuestro pensamiento simbólico, comenzamos a hablar, y a relacionarnos con el mundo de los símbolos. El pensamiento intuitivo va a darse de los 4 a 7 años, donde más que nada nos relacionamos con la percepción.

Otro rasgo característico de la infancia, es que el niño se caracteriza por el egocentrismo, es decir, que todo gira en torno a él; de este modo se producen las famosas peleas de niños por los juguetes o como en el caso de nuestros amigos Pablo Y lelu por las bolitas…

Si tengo que hablar de mi infancia, debo decir que fue hermosa!, me la pasaba jugando con mis amigos del barrio armando chozas con las ramas de los árboles que eran podados, jugábamos a las escondidas, a las muñecas, andábamos en bici o patines, en fin me pasaba largas horas hasta que se hacía la nochecita y mi mamá por la ventana gritaba: luli arriba!

Por últimos les voy a contar una historia tragi-cómica que me paso cuando tenía 7 u 8 años (no recuerdo muy bien); hacía muy poco me habían regalado los rollers, así que me la pasaba patinando todo el día; un día con mis papás fuimos a Loma Negra, y no tuvieron mejor idea que tentarme a largarme con los patines por la calle que baja del cerro; obviamente yo que me caracterizaba por ser bastante “india” dije que sí sin dudar. El problema empezó cuando comencé a bajar y a tomar velocidad, no podía controlarme, los piecitos se me tambaleaban de acá para allá así que pensé: o me tiro para el costado o me mato de un golpe… y la primera opción fue la elegida, con tanta mala suerte que caí sobre una planta de cardos y quede con pinches clavados en todo el brazo y la pierna. Ese día creo que no me lo voy a olvidar mas, cosas típicas de niños recordando que la infancia engloba risas, llantos, golpes, alegrías inmensas, fantasía y muchos otros sentimientos que estarían bueno nunca perderlos…

Vía: http://educacion.idoneos.com