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La historia del Maratón

En muchas oportunidades hablamos de correr un maratón, y utilizamos el término como algo ya naturalizado en nosotros. Pero… ¿cuál es en realidad la historia del Maratón? ¿De dónde proviene la terminología? A ello nos referiremos hoy a lo largo de estas líneas. Veamos de qué se trata.

La batalla del Maratón

El término proviene de la Batalla de Maratón, donde los griegos lograron vencer a los persas, y la cual culminó con la hazaña de un mensajero que recorrió kilómetros para anunciar la victoria del pueblo y murió en el intento -por el esfuerzo-. Pero claro, ningún ser humano podría aguantar correr unos 40 kilómetros (sin parar) tan sólo por anunciar una victoria. Y la realidad es que no corrió lo que estaba pautado, sino aproximadamente unos 200 kilómetros más, pero en busca de auxilio a los espartanos.

Ya han pasado más de 2500 años de aquella batalla que permitió incorporar una nueva terminología al mundo de la lengua. El mensajero habría tardado poco menos de 48 horas en recorrer un total de 240 kilómetros, y tras el anuncio de la llegada de los persas se desmoronó.

Quién es el corredor aún continúa siendo motivo de debate; algunos estiman que es Filípides, otro Fidípides. Aún así, cualquiera que sea su nombre, lo cierto es que el sacrificio que hizo no le valió de mucho.

Como todo lo que proviene del pasado griego, existen muchos mitos en torno al Maratón. Primero la fecha en la que Filípides comenzó su última carrera, la cual debió ser cerca de la última batalla -ya que iba en busca de refuerzos- y no después, como muchos sostienen. Después, se creía que la batalla había sido el 29 de Septiembre del año 490 a.C, pero actualmente se toma como punto de referencia la fiesta de Karneia que, en el calendario espartano, es el 12 de Agosto.

Otra cuestión equívoca en relación a esta carrera es que nunca se celebró en las olimpíadas antiguas, sino sólo a partir de que Coubertin fundase, en el 1896, los juegos olímpicos modernos. La distancia que se corrió en dicho Maratón fue de 41,8 kilómetros, porque se calculó que esa era la distancia que había entre Atenas y la ciudad que le da nombre. La distancia con la que se compite hoy día se instauró en las olimpiadas de 1908, en Londres.