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La invención del foco

A lo largo de estas líneas hablaremos sobre la invención del foco, cuyo desarrollo ha sido pensado por el ser humano frente a la necesidad de alumbrarse en la oscuridad. Podríamos decir que fue ese el principal motivo de invención del foco, pero la realidad es que son muchas las aplicaciones que le podemos dar.

 

 

 

Propiedades del foco

Si hacemos un poco de historia y nos remontamos a siglos pasados, una de las primeras ciudades en llevar adelante el desarrollo de la industria eléctrica y tener las primeras plantas de energía capaces de alimentar circuitos de alumbrado exterior y público fue Nueva York, en el año 1880, seguida de París tiempo más tarde. Desde entonces comienza a tomar forma la actividad nocturna; la vida social y económica comienza a modificarse pues ya no es el único deber del hombre descansar por las noches.

Un foco está constituido por un filamento de tungsteno fino, situado dentro de una ampolla de vidrio vacía pero rellena de un gas inerte, el cual impide la volatilización frente a altas temperaturas. Además, posee un casquillo metálico donde se ubicarán las conexiones eléctricas para que se produzca la luz.

Son muchas las variedades de bombillas de focos vigentes, algunas alargadas, otras en forma de gotas, todas con una única función. El consumo de energía de los focos se mide en Watts, teniendo una duración de aproximadamente mil horas.

Como decíamos, son varios los tipos de focos vigentes, de los cuales todos brindan distintas ventajas:

  • FOCOS AHORRADORES. Son los tradicionales, que puede llegar a gastar entre 10 y 15 veces menos que cualquier foco común. Los mismos tienen una duración de entre 8 y 10 años, pudiendo utilizarse un promedio de 3 a 4 horas diarias.
  • FOCOS AHORRADORES, PRÁCTICOS Y DECORATIVOS. Con características idénticas a los anteriores, pero con formas y tamaños diversos que permiten adaptarse a cualquier lámpara.
  • FOCOS AHORRADORES DE LARGA DURACIÓN. Estos focos durante entre 6 mil y 12 mil horas, evitando así generar moletias de cambio de foco.
  • FOCOS QUE SE ENCIENDEN RÁPIDO. Los mismos proporcionan luz instantánea, que se encienden en 0.3 segundos y generan menor daño a la vista humana.
  • FOCOS QUE REDUCEN EL CONSUMO ELÉCTRICO. Los mismos permiten ahorrar entre el 70% y el 80% de energía si poseen focos tradicionales.
  • FOCOS AHORRADORES EFICIENTES. Si deseas obtener una iluminación correspondiente a un foco de 100 Watts, se necesita un CFL de tan sólo 23 watts.  
  • FOCOS QUE GENERAN MENOS CALOR. Estos focos reducen el riesgo de incendio por generan 80% menos de calor que los incandescentes.
  • FOCOS DE LUZ CÁLIDA, FRESCA Y FRÍA. Se pueden ver en distintos tonos de luz, de acuerdo al ambiente.