Este sábado hablaremos de un tema que muchos de ustedes lo habrán percibido en algún momento de su vida. El tiempo, aunque siempre es el mismo hay momentos que parece que se acelera y en otros se frena. A pesar de que una hora, es siempre la misma cantidad de tiempo, dependiendo de la situación podemos pensar de que el tiempo se acorta o se prolonga. Un caso muy pronunciado y un ejemplo muy representativo es la lentitud con la que transcurre la cursada de la facultad y la rapidez con que pasan las vacaciones.
Las vacaciones son un momento muy esperado por todos los estudiantes. Es el momento para disfrutar, para descansar, pero este tiempo se pasa con una velocidad increíble y cuando nos damos cuenta ya estamos por volver a empezar con la facultad o la escuela de nuevo. Es por eso, que hay que aprovechar al máximo cada momento que se tiene de vacaciones porque si no lo disfrutamos, después nos vamos a lamentar.
Los cambios de velocidad del tiempo pasan por nuestras cabezas, ya que las misma hora puede haber pasado rápido para una persona que estuvo entretenida, pero pasar muy lento para otros. En la mayoría de los casos, que una persona está disfrutando de algo, todo le sucede más rápido. Mientras que cuando está haciendo algo aburrido, de lo cual no tiene ganas, el tiempo se le hace eterno. Si alguna vez tuvieron que hacer algún trámite administrativo y tenían que esperar una cola, sabrán muy bien lo que les digo.
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