Saltar al contenido

La Península Ibérica

En el estudio de la Geografía, en una de sus ramas terminamos estudiando cómo se distribuye el planeta, tanto natural como políticamente, y entonces vamos viendo que la sociedad se distribuye de diferentes maneras de acuerdo a intereses económicos o históricos. Por eso al ver un mapa o al tratar de localizar algo terminamos utilizando, aunque no nos demos cuenta, diferentes formas de recortar el mundo. Un ejemplo claro de esto es la Unión Europea, del cual hemos hablado ya en este blog. Hoy veremos algo más geográfico que político, aunque bien es sabido que a lo largo de la historia ha tenido diferentes facetas: la Península Ibérica.

Los países de la Península Ibérica son España y Portugal, donde también se incluyen en sus líneas políticas a Andorra, Gibraltar y la franja meridional francesa. La superficie de la Península Ibérica son de unos 583.254 kilómetros cuadrados. Si hablamos de las propiedades físicas y naturales de la Península, tenemos largo para hablar. A la Península la rodea el mar Mediterráneo, el Mar Cantábrico y por último el Océano Atlántico. Si hablamos del clima tenemos que hacer referencia a una gran variabilidad en la temperaturas debido a la influencia de tanto corrientes cálidas como frías. En definitiva, hay una suma de factores para semejante variedad en el clima:

  • La Península se encuentra en la zona templada del hemisferio norte.
  • La influencia del mar suaviza las temperaturas.
  • Los relieves y las alturas de la Meseta Central impiden que las influencias marítimas lleguen al interior peninsular.
  • El frente polar condiciona mucho el clima.

Si hablamos de la lengua en la Península Ibérica, el que predomina hoy en día es el español, sobre todo por la influencia territorial que tiene España por sobre Portugal. Por otro lado, el punto más alto de la península es el Mulhacén con 3.482 metros de altura