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La perfección debe ser una guía no una meta

Hoy es sábado de NeetAnálisis, y ahondaremos en un ideal que su misma definición confirma: la perfección. Si definimos este término diremos que es la ausencia de errores o defectos en algo u alguien, más bien parece ser algo ideal ya que desde el comienzo afirmo que la perfección no existe.

Este concepto es un ideal que generalmente usamos para guiar u orientar nuestros esfuerzos, pero siempre tenemos que tener presente que por más esfuerzos que hagamos perfectos –lo que se dice perfectos!!- nunca vamos a ser. Esta bueno utilizar el mismo como una forma de estimulación o de alcanzar algo, pero no como nuestra meta final ya que nunca llegaremos a cumplirla.

Un buen ejercicio es pensar en algo que creemos perfecto, analizarlo desde todas las aristas y perspectivas, y seguramente vamos a encontrar que existen errores, aunque sea pequeño, el error o defecto está.

Si relacionamos este concepto o modo ideal a la educación también afirmaremos lo mismo, una cosa es buscar la excelencia o el nivel de rendimiento más alto de uno, y otro diferente es buscar la perfección. Si sos de esos que cree en lo perfecto, lamento decirte que siempre vivirás frustrado ya que nunca lograrás esta meta, porque justamente es un ideal, es decir no es real es solo una muestra, o un parámetro.

Otro tema importante es cuando utilizamos esta vara frente a los demás y solemos ponernos demasiados exigentes,  y controlar ejerciendo poder ante el otro. Ante esto siempre es bueno recordar que nadie puede estar exento de errores o defectos, ya que todos los tenemos ya que es la naturaleza del hombre.

Por esto es bueno siempre saber cuándo debemos parar y decir “ya está bien”, eso no significa que seamos mediocres o nos conformemos con el mínimo esfuerzo, eso significa conocernos o conocer al otro y saber con tranquilidad que este es el máximo esfuerzo que podemos hacer ante algo, y está bien, no todos somos buenos para todo y menos perfectos.  Buscar el perfeccionamiento nos puede hacer alcanzar cosas muy buenas, pero pegarse a él –aunque te parezca raro- hace que generalmente abandonemos todo porque nos sentimos frustrados ante el mínimo error o inconveniente.

Es necesario empujarnos y tratar de lograr cosas buenas, que incluso muchas veces no sabíamos que podíamos lograr, pero es igualmente importante ser flexibles en las exigencias  y conocernos para saber cuándo decir “hasta acá puedo llegar”.

Lo más importante día a día y para todos los ámbitos de la vida –estudio, amor, relaciones personales, trabajo, entre otros- es saber que LO PERFECTO NO EXISTE, y por eso es bueno buscar en donde hay errores también los aciertos.