Saltar al contenido

La perfección en la educación ¿sirve?

¿Cuántas veces hemos oído hablar sobre el concepto de la perfección?,  bueno este Neetanálisis del día de hoy trata sobre abarcar este concepto tan amplio desde sus diferentes facetas.

Primero tenemos que definirla, y cuando hacemos mención de esta nos referimos a una creencia de que se puede o debe alcanzar la perfección, es decir, algo que no tiene falla o defecto alguno. Ahora poniendo a pensar esta categoría es más que subjetiva, ya que lo que puede ser perfecto para uno no lo puede ser para otro.

Si relacionamos esto a lo educativo también nos podemos preguntar ¿se debe buscar la perfección en la educación? O ¿Qué entiende cada uno por perfección educativa? Este es un debate y tema complejo, ya que como bien mencionaba antes para mi es algo muy subjetivo.

Algunos modelos pedagógicos apuntan a que la educación para la perfección es perversa y peligrosa, ya que puede desencadenar otros conflictos –más que nada psicológicos- en los estudiantes. Otros, en cambio, afirman que el propósito de la educación debe ser buscar la perfección.

Como todo buscar y alcanzar esta meta puede tener aspectos tanto positivos como negativos, veamos algunos:

Positivos:

-Puede encauzarnos hacia el éxito

-Nos motiva y nos hace perseverar ante las dificultades

-La misma hace que se lleguen a realizar grandes descubrimientos científicos por ejemplo, o que se formen y destaquen desde deportistas o artistas.

Negativos:

-La perfección suele volverse patológica y ser peligrosa, logrando depresión o autodesprecio.

-Puede provocar baja productividad o rendimiento, ya que aquel que es muy perfeccionista perderá más tiempo y energía en detalles quizás irrelevantes.

-Algunos encuentran el desprecio o antipatía de sus pares.

-Baja tolerancia al fracaso

-Adicción a realizar alguna actividad

Lo peligroso de la perfección es cuando se vuelve algo patológico, y es una línea muy delgada de cruzar para aquellas personas que son muy perfeccionistas y críticos consigo mismos. Otra cosa peligrosa, a mi entender, es que hay que tener cuidado de educar niños bajo este parámetro ya que suelen volverse egoístas o muy competitivos, usando las calificaciones para competir con sus pares, y luego desencadenan comportamientos como la baja tolerancia a la frustración a una mala nota.

El rol de los padres y docentes es fundamental, una cosa es alentar al niño a no ser mediocre e ir por lo que quiere, y otra muy diferente es instalarle en su cabeza que si no se es perfecto no sirve.

Como todo, debe buscarse en su justa medida, no es bueno no tener incentivos y que a uno todo le dé lo mismo, pero tampoco lo es ser demasiado perfeccionistas o exigentes con nosotros y los que nos rodean, ya que nadie nunca logrará ser perfecto puesto que –para mí- la perfección total no existe.

Para leer:

La perfección de las ciencias exactas

¿Existe o existió la banda perfecta?

¿Google Maps para iOS, cerca de la perfección?