A lo largo de estas líneas hablaremos hoy sobre la reforma protestante y la contrareforma católica, dos procesos que tuvieron lugar durante el siglo XVI. Como causas principales de estas reformas podemos mencionar a los abusos que fue cometiendo la Iglesia Católica, así como también al cambio que se generó en relación a la visión del mundo como fruto del pensamiento renacentista –Renacimiento y Humanismo– de esa época.
Causas de la Reforma Protestante
Dentro del territorio perteneciente al Sacro Imperio Romano, gobernado en esos tiempos por Carlos V de Alemania, tuvo lugar un importante movimiento religioso conocido como la Reforma Protestante, cuyo líder principal fue Marín Lutero, monje que combatía la corrupción generada por líderes religiosos. Como este movimiento incomodó a la Iglesia Católica de sobremanera, ésta buscó detener el avance del protestantismo en Europa y convocó al Concilio de Trento. Allí se dispuso la reforma de la Iglesia Romana, conocida más tarde como la Contrareforma.
Ya desde finales de la Edad Media, la Iglesia Católica venía perdiendo identidad; su objetivo se desvanecía por los gastos en lujos que iban generando, así como una gran preocupación de orden material que no dejaba vivir en paz a los que de ella se encargaban. Muchos participantes del clero no respetaban las reglas religiosas que debían respetar, sobre todo lo relativo al celibato. Difícilmente podían los sacerdotes comandar rituales religiosos, dejando mucho que desear.
Por otro lado teníamos a la burguesía comercial en plena expansión, pero totalmente disconforme con los clérigos de la Iglesia, quienes condenaban su trabajo. Mientras tanto, el Papa recaudaba fondos con las ventas de indulgencias -ventas del perdón de los pecados por dinero- para la construcción de la Basílica de San Pedro en Roma.
El pensamiento renacentista se opuso también a los preceptos de la Iglesia, reforzando cada vez más sus opiniones críticas frente a lo sucedido. Los trabajadores urbanos con más acceso a los libros comenzaron también a discutir y reflexionar sobre las cosas del mundo. Se iba generando así un pensamiento basado en la ciencia y orientado hacia la búsqueda de la verdad mediante la razón y la experiencia.
Ya en el siglo XVI, la Iglesia Católica se encontraba pasando por una situación crítica. El protestantismo ya había cobrado impulso, y nuevas religiones se fueron imponiendo en Europa, como el calvinismo y el luteranismo. La pérdida de fieles y el avance del protestantismo llevaron a la Iglesia a reunirse en la ciudad italiana de Trento para llevar adelante la elaboración de un plan que respondiera a esa Reforma Protestante. Así fue como se definió la Contrareforma Católica.
Entre algunas de las decisiones que se fueron tomando con la Contrareforma podemos mencionar lo siguiente:
- Retorno del Tribunal de la Santa Inquisición, diseñado con el fin de controlar, perseguir y castigar a quienes no fueran fieles a la doctrina católica como, por ejemplo, judíos y miembros de otras religiones.
- Creación del Índice de Libros Prohibidos. Allí se agruparon una serie de libros y dogmas que tenían ideas contrarias a las de la Iglesia Católica. Todos los libros incautados serían quemados luego, y quienes se vincularan con ellos, recibían algún tipo de castigo. Muchos autores y científicos fueron detenidos y condenados a muerte por llevar adelante ideas no aceptadas por el papado. De este modo, consideraban, detendrían el avance de otras religiones y sólo ellos llevarían el control cultural.
- Creación de la Compañía de Jesús, cuyos integrantes principales fueron los jesuitas. Los mismos fueron remitidos a continentes como África, América y Asia con un objetivo: convertir a los nativos en nuevos católicos a través de la Catequesis.