Se le llama Reforma al acontecimiento ocurrido el 31 de octubre de 1517, en donde un monje agustino llamado Martín Lutero clavó en la puerta de una iglesia alemana un papel con 95 tesis sobre la religión y la obediencia al Papa. Él censuró la venta de bulas (perdones eclesiásticos por escrito), y afirmó que los pecados no se perdonaban dando dinero a los curas, ya que solo la fe salvaba a las personas.
De este hecho surgió un movimiento que, como pedía reformas en el seno de la iglesia católica, se lo denominó Reforma.
La iglesia era entonces muy poderosa, pero muchas personas como Lutero, pensaban que estaba corrompida y censuraban su afán de riquezas. Martín Lutero fue condenado por el Papa en 1521, y hacia 1525 empezó a organizar su propia comunidad religiosa, que más tarde se llamó protestantismo, porque sus miembros protestaban por los abusos de la iglesia en Roma.
La iglesia Católica se defendió por medio de un movimiento llamado Contrarreforma. La misma comenzó cuando los jerarcas católicos se reunieron en Trento, en 1545. El concilio dictó los principios básicos de la religión católica, y creó instituciones para formar sacerdotes y misioneros; por ejemplo la Compañía de Jesús (jesuitas), fundado por San Ignacio Loyola, adquirió gran influencia. La contrarreforma tuvo un corte bastante intolerante, y fue germen de guerras y persecuciones.