Muchos estudios han demostrado que el humor influye –y mucho!- en nuestra vida en general, incluso obviamente en la educación. De este modo, al igual que el pizarrón, los cuadernos y los manuales, la risa es un elemento más que debería ser usado en el aula y que puede ayudar a la hora de educar.
¿Cómo? Bueno es simple, a través del humor, de situaciones graciosas y de la risa en si, es que el docente puede generar bienestar en el grupo y de ese modo potenciar la motivación, captación y actitudes en los alumnos, en general ayudando a aprender más y mejor.
¿Por qué? Bueno reír implica que liberemos endorfinas, que nos dan sensaciones de bienestar, o sea eliminamos tensiones, mal humor, miedos, incluso alivia dolores, y obviamente ayudarnos a estudiar mejor. Hay que tener en cuenta que los chicos en promedio ríen unas 300 veces por día y los adultos 30, además de concluir en que deberíamos reír mas, es un buen motivo para utilizar esa risa de niños como un elemento educativo en el aula.
Ojo! es importante que el docente introduzca el humor y le juego en el aula pero que esto no sea motivo para perder la autoridad áulica y descontrolar el grupo, por eso el docente debe saber bien de qué modo hacerlo para que al final no termine siendo perjudicial.
Por eso mismo, debemos introducir el humor pero también saber cuándo se tratan temas serios, o siempre demostrar que la risa debe ser algo positivo y no que se convierta en burlas o en un elemento de descontrol. Las clases deben ser participativas, activas y teniendo en cuenta los gustos de los chicos, pero porque no empezar a practicar mas risaeducativa en el aula.