Domingo temático en donde trataremos un concepto complejo: el de la utopía. ¿Qué es la utopía? Es un concepto que se refiere a una representación de un mundo ideal, a algo alternativo perfecto, lo cual dista de la realidad. Para definirla me gusta mucho una frase que siempre tengo presente, cuyo autor es el escritor Eduardo Galeano:
“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sírvela utopía? Para eso, sirve para caminar”.
Esta frase para mi engloba lo que es la utopía y para qué sirve, esta es tan necesaria como peligrosa, así se titula esta nota, pero ¿por qué digo esto? Bueno es necesaria porque justamente el creer en algo ideal y tratar de alcanzarlo nos ayuda a movernos, a estudiar, a perfeccionarnos, a –como bien dice Galeano- caminar… Pero todo lo positivo también puede volverse negativo si no sabemos distinguir que justamente esta es un tipo ideal, algo que es perfecto y que lo perfecto no existe.
Por estos motivos es necesario creer en utopías y luchar por ellas para ir forjando nuestro camino y que el mismo no sea mediocre, pero es igualmente importante no caer en el vicio o en la conducta de que si no todo es perfecto y tal como nosotros creíamos nada sirve de nada… creo que lo importante es que justamente en este camino de ir hacia ella, siempre vayamos poniendo nuestro mejor esfuerzo para ir aunque sea aproximándonos a ella o a nuestros ideales.
A pesar de esta característica de ficticia o ideal, muchas veces la utopía tiene funciones como:
-función orientadora, para describir una sociedad perfecta e imaginaria, por ende podremos ir haciendo reformas o planteando ideas para tratar de asemejarnos un poco más a esta característica.
-función valorativa, aunque las utopías son obra de algún autor a menudo en estas se reflejan los sueños de todos y las inquietudes de la sociedad en que ese autor vive.
-función crítica, para comparar lo ideal con lo real y ver las limitaciones de esta última.
-función esperanzadora, para muchos filósofos el ser humano es utópico, necesita imaginar y creer en mundos mejores y perfectos; esta posibilidad de imaginar todo de otro modo nos hace libres y podemos tratar de a poco de orientar nuestras conductas hacia estos lugares.
La utopía es necesaria pero también lo es saber que es un ideal, sigamos soñando porque los sueños nos motivan, nos mueven y nos hacen querer ser mejores; lo que vale son los intentos y las ganas de ser mejores y ponerle amor a todo lo que hacemos.
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