La era de la tecnología a dado grandes saltos en materia de comunicación. Hoy en día los avances han hecho que en muchos casos la llamada sea reemplazada por el mensaje de texto. Para muchos resulta más cómodo tipear un par de palabras en vez de, básicamente marcar un número (y ni siquiera el número, sólo seleccionar un contacto) y simplemente hablar. Otros siguen prefiriendo escuchar la voz del otro y hacerse escuchar, incluso hasta les parece más rápido y sencillo.
Lo cierto es que las cifras marcan un aumento notable en la emisión de mensajes de textos en comparación a la realización de llamadas. Es por eso que un grupo de científicos estadounidenses se ha interesado en estudiar cómo influye este marcado cambio comunicacional en las emociones de las personas. El estudio revela que el hablar por teléfono genera un cambio en la concentración de ciertas hormonas en sangre, aumenta la cantidad de oxitocina (hormona relacionada con el bienestar y la generaciones de relaciones positivas) y disminuye la de cortisol (hormona relacionada con el estrés). Por el contrario, enviar mensajes de texto no aumentaría el estrés, pero tampoco modifica el nivel de estas hormonas.
El estudio fue llevado a cabo en grupo de 68 mujeres de entre 8 a 12 años quienes luego de realizar un examen de matemáticas se comunicaron con sus madres. Un grupo lo hizo a través de mensaje de texto y el otro a través de una llamada. Las conclusiones a las que se arribaron a partir del estudio y el procedimiento a través del cual el mismo fue elaborado fueron publicadas en la revista Evolution and Human Behavior.
Si bien no se sabe realmente porque ocurre lo que los resultados arrojan, se cree que a través de un llamado telefónico un niño puede identificar mejor a su madre que a través de un mensaje y experimentar sensaciones al percibir un determinado tono de voz. La voz de la madre puede transmitir muchos más en materia de sensaciones que un par de palabras en una pantalla.
Los avances que se han logrado en comunicación nos permiten saber que está pasando cerca nuestro como en el mundo. Se está al tanto de lo que le pasa a un compañero de escuela como de aquel que vino de intercambio y se volvió a su país. Se tienen cientos de amigos en Facebook ¿pero con cuántos nos encontramos para tomar un mate y charlar cara a cara? ¿este avance nos acerca o nos incomunica? ¿cuánto afecta la conectividad excesiva en nuestras relaciones interpersonales?
Vía: Intramed.net