En nuestro temático dominguero, ya casi cerrando el año, vamos a distendernos y hablar con poco sobre que nos ha faltado en este 2013.
En este etapa del año solemos hacer balances y pensar que nos dejaron los días transcurridos, muchas veces para proponernos cosas nuevas en el año que entra, y otras para rememorar lo bueno y tratar se sanar lo malo.
Personalmente el 2013 fue un año agitado para mi, muchos cambios! Pero el mejor regalo de la vida: mi hijo Juan Pedro llegó el 2 de julio, por ende todo lo no tan bueno –mejor aprender de las cosas malas y verlas como una enseñanza- no puede compararse con esto que obviamente va a ser lo más importante de mi vida.
Pero en relación a nuestra sección sobre educación debo hacer un mea culpa y decir que no ha sido el año en el que más me enfoque en mi carrera, si bien hubo avances y proyectos interesantes, realmente creo que no he tenido el tiempo ni las ganas suficientes para seguir estudiando o poniéndole más garra a mi carrera como antropóloga.
Debo decir que tambien relacionado a la educación considero que hacer un balance del año es aprender, es aprender de los errores, de los éxitos, de las relaciones, en fin, nos ayuda a ordenarnos, a proyectar y a ser aún mejores para el año venidero.
Solo los dejo con una frase de Einstein: “… si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo…”, a esto me refiero a que si nuestro 2013 no fu tan bueno tratemos de hacer algo diferente para que el 2014 sea mucho mejor.