Los famosos TOC o trastorno obsesivo compulsivo también puede afectar a los más chicos, y si se registran en la infancia pueden provocar miedos, angustias y alterar la vida de la familia entera.
Generalmente se piensa que este tipo de trastornos afecta solo a los más grandes, pero los chicos también pueden contraerlos, y según estudios casi el 1% de la población infantil se ve actualmente afectada por un TOC.
Las conductas que se presentan cuando la obsesión dice presente son por ejemplo: sentir miedo por todo, ser por demás esquemático y ordenado, sentir miedo a que a algún ser querido le pase algo, o tener alguna conducta como chequear muchas veces si esta algo en determinado lugar, lavarse las manos o los dientes, entre otras. Estos son pensamientos o impulsos que los niños pueden experimentar y que obviamente también los provoca sufrimiento.
Las compulsiones son muchas veces un modo de controlar la angustia o el malestar que estas conductas provocan, y pueden volverse repetitivas. Estos trastornos generalmente se despiertan entre los 5 y los 10 años, pero para poder diagnosticarlas como un trastorno obsesivo compulsivo, es necesario que este tipo de obsesiones provoquen en el menor angustia, malestares o que interfieran en la cotidianeidad del menor.
Es bueno recalcar que en los 90 se pensaban que estos eran conflictos psicológicos, pero luego los expertos afirmaron que una base biológica también podría predisponer a esta problemática en la infancia.