Los videojuegos fueron creados para divertirse y entretener, además muchos los han tomado como una herramienta muy eficaz para desconectarse de la rutina y los problemas. El problema de estos radica si estos no usan en su justa medida y hay abuso de ellos podemos terminar siendo adictos a los mismos.
Hay un delgado hilo que separa el entretenimiento, el vicio y la adicción; y es cada vez más fácil transgredirlos, lo cual hace que cada vez más niños y adultos puedan caer en este problemática de difícil solución. De este modo, tentados por la adicción a los videojuegos las personas pueden pasar muchas horas diarias frente a una pantalla volviéndose ajenos a los que pasa en su entorno.
Los juegos que más adicción provocan son los denominados de rol, es decir aquellos que implican una atracción por la motivación que implica la auto superación y la posibilidad de poder competir con otras personas. Otro juego que revolucionó el mundo y que ha provocado ya grandes números de adictos es el famoso Candy Crush, a tal punto que hoy en día lo juegan más de 45 millones de personas.
Si bien no hay un parámetro para determinar a ciencia cierta cuál es el límite que marca una adicción a un juego, igualmente se puede percibir cuando se registra un marcado aumento de cantidad de horas diarias que jugamos, o la evidencia de deseo constante y casi incontrolable de abandonar cualquier actividad para jugar.
Por eso lo más aconsejable es controlar el uso de los videojuegos, y más que nada a los chicos, no mantenerse horas frente a la computadora o consola, y tratar de realizar otras actividades como deportes.