Domingo temático en neet! El temático de hoy son descubrimientos o personalidades argentinas que fueron reconocidos a nivel mundial.
Tal vez el argentino de mayor reconocimiento a nivel mundial con relación a la química es Luis Federico Leloir, que fue un médico y bioquímico que recibió, en 1970, el Premio Nobel de Química. La investigación por la cual se le otorgó este reconocimiento fue acerca los nucleótidos de azúcar y el rol que cumplen en la fabricación de los hidratos de carbono. Tras su hallazgo se logró entender de forma completa la enfermedad congénita galactosemia.
Leloir vivió juntó a sus ocho hermanos y su madre en las tierras pampeanas denominadas “El Tuyú” (desde San Clemente del Tuyú has Mar de Ajo”). Aprendió a leer a los cuatro años y desde muy joven se interesó por temas relacionados con las ciencias naturales y biológicas.
Estudio Medicina en la Faculta de Medicina de la UBA (Universidad de Buenos Aires), logrando diplomarse en 1932. Sus primeros años como residente y médico interno, los llevó adelante en el Hospital de Ramos Mejía. Tras algunos conflictos en cuanto al trato de pacientes, Leloir orientó su profesión hacia la investigación.
Comenzó su trabajo con Bernardo A. Houssay (ganador de Premio Nobel) en el Instituto de Fisiología de la UBA, donde desarrolló su tesis doctoral sobre las glándulas suprarrenales y el metabolismo de los hidratos de carbono. Este trabajo recibió el premio de la facultad al mejor trabajo doctoral y le hizo replantearse la escasa formación en física, matemática, química y biología.
Completó sus estudios en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA como alumno oyente y en la Universidad de Cambridge, bajo la supervisión del Premio Nobel Sir Frederick Gowland Hopkins.
Durante los últimos años de la década de 1940, Leloir realizó con éxito experimentos que revelaron cuales eran las rutas químicas en la síntesis de azúcares en levaduras con equipos de muy bajo costo, debido a la falta de recursos económicos. En 1947 formó un equipo de trabajo, con el cual determinó el proceso de almacenamiento de los hidratos de carbono (y su transformación en energía de reservas) y su metabolismo, con lo cual el Instituto en el que trabajaba fue reconocido mundialmente.
A pesar de la falta de recursos económicos Leloir continúo con sus estudios, y en 1970 recibió el Premio Nobel de Química, convirtiéndose en el primer latinoamericano en conseguirlo. Luego, su equipo estudió las glicoproteínas y determinó la causa de la galactosemia (enfermedad manifestada por la intolerancia a la leche).
Luis Federico Leloir murió en Buenos Aires en diciembre de 1987, a los 81 años, tras un ataque al corazón poco después de llegar del laboratorio a su casa. Fue enterrado en el Cementerio de la Recoleta.