Las unidades de masa atómica (masa de un átomo en unidades UMA) constituyen una escala relativa de las masas de los elementos; pero, debido a que los átomos tienen masas pequeñas, no es posible diseñar una balanza para pesarlos. En cualquier situación real, se manejan muestras microscópicas que contienen una enorme cantidad de átomos. Por consiguiente, es conveniente tener una unidad especial para describir ésta cantidad; los químicos utilizan los moles.
En el sistema SI, el mol es la cantidad de una sustancia que contiene tantas entidades elementales (átomos, moléculas u otras partículas) como átomos hay exactamente en 12 gramos del carbono-12 (determinados experimentalmente). Este número se denomina número de Avogadro (NA) y el valor comúnmente aceptado es 6,022 *1023. Así, al igual que una docena de naranjas contiene 12 naranjas, 1 mol de átomos de hidrógeno contiene 6,022 *1023 átomos de hidrógeno.
A raíz de esto, surge la masa molar de una sustancia, que se define como la masa (en gramos o en kilos) de 1 mol de unidades (como átomos o moléculas) de la misma. Sépase que la masa atómica del Na es 22,99 uma y la masa molar es de 22,99 gramos; así, como la masa atómica del F es 30,97 uma y su masa molar es de 30,97. Por ende, conocida la masa atómica de un elemento, también se conoce su masa molar, y viceversa.
Mediante el número de Avogadro y trabajando matemáticamente, pueden convertirse la unidades masa atómica a masa en gramos y al revés.
Por último, conocidas las masas atómicas de los átomos que conforman una molécula, puede calcularse el peso molecular de la misma. La masa molecular, es, entonces, la suma de las masas atómicas en una molécula. En general, es necesario multiplicar la masa atómica de cada elemento por el número de átomos de ese elemento presente en la molécula y sumar todos los elementos.