Matthew McConaughey es el actor del momento, sin lugar a dudas. Luego de ganar el Óscar a mejor actor principal el año pasado con su personaje en Dallas Buyers Club, su carrera no ha dejado de estar en ascenso. Ahora mismo están rondando por todos lados y poniendo manija a mitad del mundo el tráiler de Interstellar, la nueva película de Christopher Nolan («Inception», «The Dark Night Trilogy») que tiene a McConaughey como protagonista.
Pero, si sos de esos que ves casualmente las películas de Telefe a la tarde o alguno de esos canales que solamente pasan películas de comedias románticas para toda la familia, entonces seguramente te has sorprendido al ver durante este año a un irreconocible McConaughey que se la pasaba tirando chistes malos, haciendo morisquetas y filosofaba sobre su vida como pareja en un tono irónico. Todo, además, de demostrar su físico en la típica onda de galán de telenovela caro.
Se nota que desde 2011 hasta la fecha ha cambiado de manager, porque es bastante increíble el cambio radical que ha tenido en la elección de sus proyectos, y fue ese gran olfato el que le hizo escalar posiciones como un desgraciado hasta la llegar la cumbre.
McConaughey, lejos de cerrar los ojos y no reconocer las películas anteriores que ha hecho, ha defendido con uñas y dientes esa serie de películas, como «The Wedding Planner» y «Failure to Launch»:
«Estas cosas no son fáciles. Lo difícil es hacer que parezcan fáciles. Esa clase de películas son lo que son. Reciben el desprecio de los críticos. Reciben el desprecio de los propios actores. Y por un lado lo entiendo, pero por otros es completamente injusto. Hay un dinamismo que necesitas para hacerlas funcionar. Creo que les di ese dinamismo. Y algunos de los planos fueron muy difíciles, conmigo luchando por las pelotas del tío. […] Mira, me alegra si piensas que he «pasado a través» de eso. Hice mi trabajo»