Siguiendo el hilo de la nota anterior, en esta nueva publicacion presentaremos al pintor, escultor y arquitecto, Miguel Angel Buonarroti.
Nacio el 6 de Marzo de 1475 en Caprese, Italia. En Abril de 1508, Julio II le encargó decorar la boveda de la Capilla Sixtina, el artista interpuso una interpretacion neoplatonica del Genesis. La obra se presento el 31 de Octubre de 1512.
Resulta dificil no asociar instantaneamente el nombre del pintor renacentista Miguel Angel Buonarroti con obras tan destacadas como la de la Capilla Sixtina y la de la monumental escultura del David.
Su carrera artística no se limita a esas dos referencias obligadas, sino que es poseedora de muchas otras piezas maestras, entre las cuales se encuentra el retrato de Cleopatra, la reina de Egipto.
Se trata de un dibujo que el artista empezó a delinear alrededor de 1535, y que pertenece a un grupo denominado «dibujos de representación». Los mismos no surgieron como bosquejos o estudios preliminares, sino que nacieron con el proposito unico de convertirse en obsequios del artista.
El aspid que circunda el cuello de la majestuosa monarca parece proceder de su ondulada cabellera, como si el ofidio fuera una extension de los letales cabellos de una Gorgona que , en lugar de atacar a un contrincante, se dispone a inmolarse. Una sutil manera de aludir a la voluntad suicida de la amante de Julio Cesar.
En 1988 el dibujo fue sometido a un proceso de restauración. Tan minucioso fue el trabajo que en el reverso de la pieza se descubrio la presencia de otro boceto de Cleopatra. La cara, la pode del cuerpo y el retrato de la sierpe son identicos; la diferencia estriba en los rasgos faciales de la reina, teñidos por la angustia que precede a la muerte.
En la versión final, la frialdad en el estilizado rostro de la mujer egipcia transmite la fiereza de un temperamento inoxidable y su evidente incapacidad para concederle al enemigo el despreciable placer de humillar al derrotado.