Saltar al contenido

Nuevos Movimientos Religiosos

 La expresión de Nuevos Movimientos Religiosos comenzó a ser utilizada en la década del 70’, relacionado con un importante número de investigaciones que se han realizado en torno a estos. Estos podrían ser definidos como grupos religiosos de reciente formación que no son integrados en religiones anteriormente existentes, y que no son reconocidos con la denominación de Iglesia. A su vez,  algo significativo a tener en cuenta es que este concepto pretende sustituir o ampliar  el de “secta”.

Los nuevos Movimientos religiosos nos obligan a repensar las presuposiciones que planteaba el paradigma de la secularización, que veía como inevitable la declinación de las instituciones religiosas. Estos movimientos desafían completamente esta teoría, ya que colocan en un lugar central a la religión dentro de la sociedad.  De este modo, la religión pasa a desempañar un papel muy importante en las estrategias de atribución y adopción de identidades en el contexto de la globalización.

Con respecto a estos algunos autores lo visualizan como algo pasajero y producto del mercado, sin embargo otros los analizan en relación a los conceptos de  secularización –modernidad. Planteando  que estos institucionalizan nuevas religiones y viejas tradiciones populares nunca reconocidas por las instituciones religiosas tradicionales (como el catolicismo). Justamente aquí se ve lo innovador de estos movimientos que si bien son fruto de la modernidad y utilizan productos de la misma –como las nuevas tecnologías- , también reivindican creencias antiguas y tradicionales; jugando constantemente entre lo tradicional – moderno, y entre lo público – privado.

Algunas críticas se apoyan en que es necesario plantearse ¿hasta donde son nuevos? ya que como he mencionado estos reivindican muchas veces tradiciones antiguas que no eran reconocidas, y además, es dificultoso visualizar una época específica a partir de la cual deba asignárseles el carácter de nuevo a estos movimientos. En segundo punto, ¿estos constituyen movimientos o son más que eso?; algunos autores afirman que estos son más que movimientos y que ya constituyen “nuevas religiones”; otros, por lo contrario, afirman que son intentos de movimientos aún no consolidados. Por último, la crítica que se le realiza a estos, es si  pueden ser considerados como  religiones, en el sentido de las ya conocidas como tradicionales –catolicismo por ejemplo- o si sería más correcto omitir este término, ya que algunos de estos grupos no se consideran como tal. Estas críticas se apoyan principalmente, en que este término no representa la realidad total de estos grupos. Sin embargo, hoy en día esta expresión tiene bastante aceptación ante antropólogos, sociólogos o especialistas que tratan el tema –ante todo- porque no lleva una connotación valorativa (a diferencia de otros conceptos utilizados como “secta” o “culto”).