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Nutricionistas del futuro

Hoy, en «Profesiones del futuro» daremos rienda suelta a nuestra imaginación y pensaremos que será de los nutricionistas en el futuro.

Empecemos pensando el lugar que ocuparían. Con el avance de las llamadas Enfermedades Crónicas No Transmisibles, y su innegable relación con la alimentación, la nutrición ocupará uno de los lugares más importantes en el futuro. Sería un poco exagerar, pero podemos imaginar una sociedad con características similares a la presentada en la película wall-E, con una ola de sobrepeso, obesidad y sedentarismo reinando. El constante aumento de la oferta de alimentos amenaza con la salud de la población. Cada vez más comida, más barata y menos nutritiva.El papel del nutricionista sería más que obvio intentando concientizar sobre el problema establecido.

Imaginando un poco más allá, nutricionistas trabajando conjuntamente con la industria alimentaria, podrían desarrollar nuevos formatos en materia de alimentos, siendo una de las ideas más originales, la invención de alimentos deshidratados con el tamaño de una pastilla, que, con el contacto con agua, crezcan hasta su tamaño normal. Si pensamos de forma idealista en el mundo de la comida y la industria, podemos imaginar que gracias a una toma de conciencia, principalmente por parte de quien gobiernan, todo aquel producto alimenticio que pueda generar un problema de salud será eliminado del mercado, disminuyendo de esta forma algunas de las patologías asociadas a su consumo, con lo que el rol del nutricionista perdería un poco de importancia. Por supuesto que esta idea es más que utópica, pero es válido nombrarla.

Un futuro de abundancia es una de las opciones que se presenta, pero lo contrario también es posible. Un mundo en el que la falta de recursos naturales produzca un desabastecimiento de las poblaciones, siendo los alimentos un recurso escaso. Los nutricionistas deberían enseñar a explotar de la mejor manera los recursos para el auto-abastecimiento, haciendo énfasis en los alimentos más rendidores y lo más ricos posibles en los principios nutritivos necesarios para la vida. El sobre-abastecimiento es un problema, pero el des-abastecimiento plantearía todo un desafío a estos profesionales, quienes tendrán la responsabilidad de alimentar grandes poblaciones con la mitad de los recursos necesarios.

De una forma u otra, a mi entender, el nutricionista tendrá un futuro difícil, con una importante tarea por delante. Ya sea tratando con una población obesa, o con un grupo de gente con desnutrición, enseñar a comer será su principal función, intentando combatir los problemas tanto de salud como sociales.