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Policía acuartelada y saqueos…

El conflicto con la Policía Argentina viene desde hace bastante, los policías piden por mejores sueldos y más seguridad, mientras que desde el estado y diferentes gobiernos provinciales no les estaban prestando mucha atención.

Finalmente en Córdoba la semana pasada con una policía acuartelada, y sin seguridad en las calles, grupos organizados salieron a saquear negocios, destrozando más de 100 negocios y arrasando con todo lo que hubiera a su paso, incluso un joven perdió la vida. El viernes se llegó a un acuerdo con los policías con un aumento de salario de por medio, y por ende el clima en la ciudad mejoro un poco.

Pero esto no terminó acá, sino que otros policías de diferentes lugares de nuestro país siguieron este ejemplo y comenzaron a acuartelarse en busca de mejoras laborales.  Como consecuencia la situación se empieza a complicar en diversas ciudades de Argentina, otros saqueos ya pueden verse –como es el caso de Mar del Plata, entre tantos otros-, y el clima social desmejora minuto a minuto.

Entre todo este contexto realmente desfavorable, y rogando para que todo se solucione prontamente, crecen las tensiones sociales y las echadas de culpas políticas, entre funcionarios estatales y provinciales, que se preocupan más por ver quién tiene la culpa que por solucionar los conflictos.

Pero en medio de todo esto surgen también muchos debates y preguntas como si es correcto que una fuerza pública haga esto, que educación debe recibir un policía  o porque acontecen los saqueos –no por necesidad- cada vez que las cosas empeoran…

Los Argentinos parecemos ser los más copiones y envidiosos del mundo, y parece ser que cuando algo surge –mas lo malo que lo bueno- tenemos la imperiosa necesidad de hacer lo mismo. En este sentido ahora la moda es acuartelarse para negociar, y saquear si no hay nadie que “nos controle”, y así estamos…

Como una mínima conclusión de todo esto puedo seguir afirmando que la educación y responsabilidad cívica, así como el respeto por el otro, siguen siendo los pilares más importantes para lograr una sociedad más justa, democrática y plural; cuando algo de eso falle, las repercusiones seguirán existiendo.