Saltar al contenido

Primer y segundo Triunvirato del Río de la Plata

Ayer hablábamos, en uno de nuestros posts, acerca de la caída de Unión Soviética, así como también fuimos mencionando en diversas oportunidades cuestiones relacionadas a la historia mundial que no pueden ser pasadas por alto. La historia argentina es también muy interesante, y habiendo hablado sobre la batalla de Pavón y Ayacucho, hoy nos toca contarte un poco acerca del primer y sengundo Triunvirato del Río de la Plata. Veamos de qué se trata.
Llegando a mediados del año 1811, la situación general del país no era muy favorable en relación al movimiento revolucionario. Las tropas españolas habían avanzado mucho hacia el noroeste argentino tras la derrota sufrida por el ejército en la Batalla de Huaqui.
Por su parte, la ciudad de Buenos Aires se encontraba algo aterrada por los peligros que acechaban a las provincias del Río de la Plata a causa de fracasos militares, quienes fueron utilizados por el Cabildo para desterrar a la Junta Grande y su presidente, Cornelio Saavedra. Este clima le permitió al Cabildo crear un nuevo órgano ejecutivo en sustitución a la Junta, el Triunvirato. Así la provincia estaba a la espera de una nueva revolución.
  • Primer Triunvirato
En 1811, más precisamente el 23 de Septiembre, el Cabildo estableció un Triunvirato en el cual designó a Feliciano Chiclana, Manuel de Sarratea y Juan José Paso como sus principales integrantes. Los secretarios fueron José Julián Pérez, Bernardino Rivadavia y Vicente López y Planes.
La Junta Grande quedó establecida bajo el nombre de “Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII”. La relación entre estos dos organismos principales del gobierno de la provincia no tardó en disolverse, llegando a la ruptura cuando la Junta Conservadora intentó subordinar al Triunvirato bajo su autoridad.
Días más tarde, el Triunvirato disolvió la Junta Conservadora y, en ausencia de un poder legislativo, se autorizó a sí mismo a dictar todas las medidas que considerase necesarias, dictando el “Estatuto Provisional de Gobierno Superior de las Provincias Unidas del Río de la Plata a nombre del Señor Don Fernando VII”.
El cuerpo militar del Triunvirato destinó un nuevo jefe, el General Manuel Belgrano, quien en reemplazo de Saavedra, ordenó el corte de la trenza.
Acto seguido a este suceso, el Triunvirato expulsó de Buenos Aires a los diputados del interior tras la acusación de enemigos de la patria. Este Triunvirato reorganizó el sistema judicial, creando una Cámara de Apelaciones en reemplazo de la antigua Audiencia.
  • Segundo Triunvirato
Un grupo de jóvenes criollos crea una sociedad secreta llamada Logia Lautaro, cuyos objetivos principales eran dos: la emancipación de América y la implantación de un sistema republicano. Ellos creían que la independencia necesitaba de un plan continental para poder lograrse, pero para ello era necesario en principio que los conflictos terminaran y así promover una mejor relación entre las provincias.
Ya en 1812, José de San Martín y Carlos María de Alvear arriban a Buenos Aires. Debido al gran poder militar que poseía San Martín, el Primer Triunvirato le encargó la formación de un cuerpo especial de caballería, naciendo así los Granaderos a caballo.
Ya hacia fines de 1812, la situación política que atravesaba el Río de la Plata no era del todo buena, se agravaba notablemente con el correr de los días, siendo los responsables de esto los distintos triunviros partícipes la Junta.
La suerte del nuevo gobierno llegó con la campaña al Alto Perú, habiendo dejado Belgrano -en la Batalla de Tucumán– al descubierto la incapacidad del Triunvirato para dirigir la guerra. Los Granaderos de San Martín, apoyados por los jóvenes de la Sociedad Patriótica, exigieron luego al Cabildo la destitución del Triunvirato y el llamado a Asamblea General. El Cabildo acepta las órdenes, nombrando un nuevo Triunvirato compuesto por Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña y Antonio Álvarez Jonte.
El nuevo Triunvirato logró restablecer las relaciones entre las provincias. El interior del país recibió de manera positiva la convocatoria a una Asamblea General Constituyente, que finalmente se reunió; iniciando sus sesiones un 31 de enero de 1813.