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Propiedades de los líquidos – Tensión superficial y Viscosidad

Las fuerzas intermoleculares, determinan las propiedades y características de los componentes en las distintas fases (sólido, líquido y gaseoso). En el caso de los líquidos, los enlaces entre moléculas generan dos fenómenos que no se dan en las otras fases: la tensión superficial y la viscosidad.

La tensión superficial está relacionada con las fuerzas de atracción que experimentan las moléculas en la superficie de un líquido. Las moléculas de un seno de líquido son atraídas en todas las direcciones; sin embargo, las moléculas ubicadas en la superficie son atraídas hacia abajo y hacia los lados, pero no hacia arriba, ocasionando que la superficie se tense.

La tensión superficial, es una medida de la fuerza elástica que existe en la superficie del líquido. Y puede definirse como la cantidad de energía necesaria para estirar o aumentar la superficie de un líquido por unidad de área. Los líquidos que tienen fuerzas intermoleculares grandes también poseen tensiones superficiales elevadas.

Un ejemplo de la tensión superficial es el efecto capilar, en donde entran en juego dos tipos de fuerzas: la cohesión y la adhesión. La cohesión es la atracción intermolecular entre moléculas semejantes, y la adhesión, es la atracción intermolecular entre moléculas distintas. Véase en la figura dos capilares conteniendo agua y mercurio. Las moléculas de agua se adhieren a la pared del tubo, y suben por él; en este caso, la adhesión es más fuerte que la cohesión. Para el caso del mercurio, la cohesión es más fuerte que la adhesión, y se genera una depresión en el tubo capilar.

Un segundo fenómeno que se ve afectado por las fuerzas intermoleculares es la viscosidad. La viscosidad, es una medida de la resistencia de los líquidos a fluir. Cuanto más viscoso es un líquido, menos fluye. En general, la viscosidad disminuye con el aumento de la temperatura (pensemos por ejemplo en la miel cuando se la calienta), y aumenta con el aumento de las fuerzas intermoleculares. Por ejemplo, el agua tiene mayor viscosidad que otros líquidos (acetona, benceno) por su capacidad para formar puentes de hidrógeno.