¿Qué eran las castas? Dependiendo de la mirada que se le de, el término puede dotarse de dos significados diferentes: uno tiene que ver con el vocablo gótico kastan y hace referencia a la ascendencia, mientras que el otro puede ser atribuido a diferentes matices en el origen animal. Así es como, por ejemplo, se puede hablar de perros de casta para referirse a su pureza en un 100% -no como producto de cruza de razas-. Un ejemplo del primer significado del que hablábamos puede ser: “El Barón de Chestwire forma parte de una casta aristocrática que ha gobernado estas tierras durante siglos”.
Haciendo un análisis desde otro lugar, las castas suelen representar a una clase social especial que, generalmente, tienden a estar separados por motivos religiosos o raciales. Un claro ejemplo de esto es la India, donde las castas representan grupos étnicos de gran envergadura, más precisamente vinculados a lo hereditario. La pertenencia en la India es un derecho de nacimiento, siendo cuatro las castas asiáticas originales: sacerdotes, guerreros, labradores y trabajadores.
Las castas fueron de suma importancia también en el pasado histórico, más precisamente en la colonización española y en América. Allí se estableció una sociedad dividida en tres clases: blanca -española-, negra e indígena. Las mismas se consideraban puras, aunque no tardaron mucho tiempo en comenzar a relacionarse los unos con los otros, situación que llevó más tarde a la creación de las castas.
Otro nombre con que se conocía a las castas era cruzas, las cuales iban multiplicándose cada vez más. Se creaban en función de las clases a las que pertenecía su progenitor, de modo que cuando, por ejemplo, se mezclaba una mulata con un español, el hijo pertenecía a la casta morisca.
Muchas de las castas que fueron surgiendo con el paso de los años, tras el descubrimiento de América, fueron denominadas zambo, mulato, chamizo, albino, coyote, etc.