Nuestro objetivo para hoy es poder contarte qué es la eutanasia, pero como paso previo a ello analizaremos su origen etimológico. El término proviene del griego «eu», traducido como bien, y «tanathos», cuyo significado equivale a «muerte». Dicho esto, entonces, ahora sí procederemos a hacer un enfoque del término como propio del ámbito de la salud.
La eutanasia es, pues, la acción que acelera la muerte de un paciente desahuciado, buscando evitar cualquier tipo de sufrimiento físico.
Tipos de eutanasia
Específicamente existen dos tipos de eutanasia: la directa y la indirecta. La primera intenta definir el adelanto de la muerte de una persona que tiene una enfermedad que no tiene cura. A su vez, podemos dividir a la eutanasia directa como activa, consiguiendo la muerte del paciente mediante el uso de fármacos específicos, letales; y pasiva, la cual lleva a la muerte de ese paciente mediante la suspensión del tratamiento médico que está llevando a cabo. Por otro lado, la eutanasia indirecta intenta disminuir el dolor y el sufrimiento de la persona en cuestión y para ello se le van dando medicamentos concretos que llevan finalmente a la muerte de esa persona.
Como puedes ver, son los médicos los encargados de ejecutar la eutanasia, siempre con el apoyo de los familiares de los enfermos en cuestión. Existen casos en los que el paciente está en condiciones de elegir sobre su propio cuerpo, y él mismo pide que se lleve a cabo la eutanasia.
Esta práctica, sin embargo, está prohibida en muchos países, se la considera ilegal. A lo largo de la historia, la misma ha sido utilizada para acabar con grupos y etnias sociales específicas. El nazismo, por ejemplo, promovía la aplicación de la eutanasia de los minusválidos o discapacitados por considerarlos inferiores a uno.
Esto ha llevado a generar grandes debates sobre el tema, haciendo que haya personas a favor de la eutanasia, y otras que no. Por lo general, se intenta que el enfermo esté al tanto del tema para que la aplicación no sea en contra de su voluntad.