Para seguir ahondando un poquito más en el tema que veníamos hablando sobre el Ácido Úrico (para los que no leyeron la nota sobre Qué es la hiperuricemia, les recomiendo hacerlo) hoy vamos a hablar algo sobre la Gota, que es una de las complicaciones que pueden presentarse en una persona que posee valores de ácido úrico en sangre mayores a lo normal.
La Gota es una enfermedad caracterizada como hemos dicho antes or valores elevados de ácido úrico en sangre. Esto hace que los mismos se depositen en diferentes tejidos en forma de cristales de urato monosódico. Los tejidos más frecuentemente afectados son las articulaciones, el tejido conectivo (tejido de sostén que se encuentra en la mayoría de los órganos y estructuras de nuestro organismo) y riñón. Cuando estos cristales se depositan inducen una respuesta inflamatoria o inflamación, que consiste principalmente en la migración de glóbulos blancos a la zona en cuestión y liberación de mediadores que cumplen diferentes funciones pero que finalmente van a conducir una serie de procesos que culminan en: calor, rubor o eritema, dolor e hinchazón o edema, de la zona afectada. Todos signos característicos de cualquier inflamación en general.
La gota tiene la particularidad de que se puede presentar en forma aguda o crónica.
La Gota Aguda se manifiesta principalmente como Crisis de artritis aguda. Generalmente son monoarticulares, es decir que afectan una sola articulación. Frecuentemente la más afectada es la articulación metacarpofalángica del Hállux o dedo gordo del pie. Hay factores que predisponen a padecer estas crisis como son: comidas abundantes o copiosas, haber sufrido un traumatismo, la ingesta importante de alcohol, ser sometido a una cirugía o suspender bruscamente el tratamiento gotoso. Lo importante en estas situaciones es que la persona haga reposo, se coloque algo frío en la articulación afectada y tome la medicación prescrita por el médico, la cual habitualmente incluye colchicina, AINEs o Glucocorticoides.
En cambio, la gota crónica se caracteriza por la aparición de TOFOS que son depósitos bastante grandes de ácido úrico en zonas de tejido conectivo o cartílago como la oreja. Para eliminar estas lesiones y para prevenir la precipitación de crisis gotosas hay varias medidas que se pueden adoptar. En principio está indicado bajar de peso, evitar el consumo de alcohol y comidas ricas en purinas y tomar abundante agua. Luego podrán ser necesarios medicamentos hipouricemiantes (disminuyen la generación de ácido úrico) o uricosúricos (aumentan la eliminación de ácido úrico).