A través de estos párrafos queremos contarte qué es la homología, pensada como un tipo de relación que implica paridad o semejanza. Cuando decimos que dos personas mantienen una relación homóloga, estamos queriendo decir que ejercen exactamente la misma función pero en diferentes contextos. Ampliemos un poco más la información a partir de algunos ejemplos:
«El canciller francés se reunió con su homólogo alemán para discutir el proyecto de ley”
“No puedo aceptar que un ejecutivo homólogo gane el doble que yo”
“No podemos perder más tiempo: dile al sargento que se comunique con su homólogo iraní y que negocie una salida antes de que sea demasiado tarde».
Ahora bien: las relaciones homólogas -o la homología en sí- se van a desarrollar en muchos ámbitos y disciplinas queriendo decir, en todos los casos, algo diferente.
En el ámbito de la biología, la homología puede ser pensada como el vínculo de correspondencia que mantienen entre sí aquellas partes del cuerpo que poseen idéntico origen, pero la función que van a desarrollar -en distintos organismos- es diferente. De este modo estamos diciendo que dichas partes orgánica resultarán ser homólogas cuando comparten el origen evolutivo, pero se presentan de manera diferente en especies, valga la redundancia, diferentes.
Por su parte, en el rubro de la bioquímica, las moléculas que tiene un origen determinado y una función análoga, aunque sean diferentes, logran mantener un nexo de correspondencia que también se define como homólogo.
En la geometría, la homología se piensa como la relación que se establece entre aquellos lados que se ubican en igual orden en todas las figuras que se consideran semejantes.