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Qué es la motricidad

A lo largo de estas líneas intentaremos contarte qué es la motricidad, vinculada a los movimientos que cada uno de nosotros realizamos desde temprana edad, y a lo que nos enfocamos cuando tenemos un hijo para saber si su desarrollo es correcto o necesita de alguna motivación para cumplir con sus objetivos.

 

 

Tipos de motricidad

Son tres los tipos de motricidad que nos permiten observar el desenvolvimiento de los más pequeños a su corta edad. Entre ellos:

 

  • MOTRICIDAD GRUESA

Este tipo de motricidad está caracterizado por movimientos drásticos, bruscos; el niño no es consciente de los resultados o consecuencias que puede lograr al realizar este tipo de movimientos. La motricidad gruesa resulta ser común cuando los niños se encuentran en etapa de aprendizaje, y por eso es recomendable que los papás estén atentos al cuidado de cada movimiento que el pequeño realice en la casa, enseñándole a ser una poco más cuidadoso ante determinadas acciones.

 

 

Se recomienda, durante esta etapa, quitar los objetos de vidrio que se encuentran a su alcance, o cualquier otro tipo de objeto que podrían causarles daño.

 

  • MOTRICIDAD MEDIA

Cuando hablamos de que un niño tiene motricidad media damos cuenta que toma mayores cuidados que aquel que tienen motricidad gruesa, pero no logra coordinar por completo sus movimientos; está en la etapa media, antes de alcanzar la precisión en sus acciones.

 

 

Uno, como adulto, podrá ayudarlo, mediante juegos dinámicos, a avanzar en sus movimientos y coordinación. De ese modo conocerán mejor cada una de las consecuencias de sus acciones, así como también su propio cuerpo.

 

  • MOTRICIDAD FINA

Aquí ya es posible observar la precisión del niño en sus acciones; toma ciertos cuidados al realizar cada uno de sus movimientos, y sabe cuáles son las consecuencias de ser bruto en ello. La coordinación ya es parte de su rutina, la seguridad pasa a adueñarse de ella.

 

 

Para que el niño logre llegar a este etapa de motricidad fina, es necesario lograr cierto trabajo en equipo desde sus primeros pasos. Algo sumamente importante para conseguir un avance en el desarrollo de los niños es hacerles saber qué es lo que está bien y qué es lo que pueden mejorar.

 

Habiendo mencionado los tipos más puros de motricidad existentes, no olvides que todos somos diferentes, y que lo que uno puede lograr en un período determinado, a otro puede costarle un poco más. No hay que juzgar a los niños por su edad o etapa de motricidad, sino acompañarlos para que puedan aprender y mejorar la coordinación de sus movimientos.

A continuación detallaremos algunas estrategias útiles para motivar a los más pequeños a mejorar sus acciones y movimientos.

  • JUEGOS DE MADERA. Son los más tradicionales, los que quizá todos hayamos utilizado en nuestra infancia. Debido a los fantásticos resultados que se han obtenido en cuanto a la motricidad de los más pequeños es que continúan en el mercado.
  • SALIR AL PARQUE. Como de las caídas también se aprende, que los pequeños salgan a jugar al parque será un método de enseñanza muy bueno, para que puedan caer y levantar las veces que sean necesarias, y de ello aprender. Jugar en el parque les ayudará a conseguir la coordinación necesaria para alcanzar la motricidad fina, en la cual controlarán todas sus acciones.
  • INTERACCIÓN CON OTROS NIÑOS. Esto podrá desarrollarse en casa, con hermanos o primos, y en la escuela, con los compañeros de clase y amigos. Ellos pueden ser los mejores aliados para incentivar a los pequeños a conseguir una coordinación precisa, a través de sus juegos y aventuras.