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Qué es la tartamudez

¿Qué es la tartamudez? Podemos pensarla como un trastorno del habla en una alteración del ritmo y la fluidez verbal. La característica más notoria tiene que ver con la repetición indeseada -y reiterada- de sílabas, palabras o frases, que vienen acompañadas de interrupciones en la conversación. No es algo lindo; quienes la padecen suelen angustiarse y hasta ponerse nerviosos frente a diversas situaciones. Es muy difícil de controlar, y más aún en momentos de tensión o presión para el sujeto.

Tipos de tartamudez

Si pensamos en el origen de la tartamudez, lo relacionamos a los momentos donde falta la coordinación en los movimientos periféricos del habla, pero su causa aún no se puede conocer. Se trata de una afección más «normal» en hombres que en mujeres -hasta cuatro veces más llamativa-, y el principal período de manifestación es entre los tres y los seis años. Si el individuo se encuentra atravesando la edad adulta, la tartamudez puede asociarse a acontecimientos traumáticos o lesiones graves del sistema nervioso.

Especialistas fonoaudiólogos pueden estimar que la tartamudez se debe a un conjunto de causas que se combinan entre ellas, como factores genéticos, orgánicos, psicógenos, trastornos emocionales, etc. Veamos en qué se diferencia el grado en que se manifiesta el problema.

DIFLUENCIA NORMAL. Es la más sencilla de tratar; se produce cuando el niño está comenzando a hablar, siendo muy común en esta etapa que repitan sonidos, sílabas y palabras. Esto es parte del proceso de aprendizaje, ya que el niño una vez que comienza a pronunciar sonidos se aferra a las ganas de querer comunicarse, pero la realidad es que su pensamiento, en esos períodos de gestación, es mucho mayor que su fluidez verbal. Al no recordar el nombre de un objeto en particular, repiten varias veces las sílabas o los sonidos que más grabados le quedaron, hasta que logran decir lo que querían.

Este grado de tartamudez es aún más frecuente en aquellos niños que se encuentran emocionalmente alterados, cansados o presionados para hablar. Puede también desaparecer por momento, y volver a aparecer tiempo más tarde. En este caso, al no darle importancia, los niños no se sienten frustrados ni avergonzados por repetir siempre lo mismo.

TARTAMUDEZ LEVE Y GRAVE. Decíamos que la difluencia normal aparece y desaparece de modo salteado; la tartamudez leve sigue un camino más regular. Puede suceder que sólo aparezca en determinadas ocasiones, aunque lo más probable es que siempre se repita ante una misma situación. Los niños -y hasta incluso los adultos- suelen avergonzarse y angustiarse cuando eso sucede.

Ya cuando hablamos de una difluencia grave, la tartamudez se da muy a menudo; el niño se muestra tenso, nervioso y en muchas ocasiones, no hablar para no pasar vergüenza. Este grado de tartamudez es más frecuente en niños de elevada edad, pero puede también aparecen entre el lapso de entre los dos y los siete años. 

Del mismo modo que la tartamudez puede manifestarse en diversos grados, ya sea graves, leves o normales, existen también diversos tipos y síntomas que la caracterizan. Veamos.

  • TARTAMUDEZ CLÓNICA. Es la más conocida ya que se utiliza mucho para lograr efectos cómicos en los teatros o el cine. Consiste en la repetición involuntaria de palabras o sílabas.
  • TARTAMUDEZ TÓNICA. La misma se origina cuando se producen espasmos que detienen o interrumpen la conversación. Puede ser generada a causa de una inmovilidad muscular fonatoria que bloquea toda emisión de sonidos; por esto es que se asocia a movimientos de la cabeza, pies o manos de quien la padece. 
  • TARTAMUDEZ MIXTA. Es la más frecuenta ya que se combinan los síntomas de las anteriores.

Los padres podrán alertarse sobre el problema de su hijo ante síntomas como estos:

  • El niño repite sonidos, palabras o frases después de cumplir los cuatro años.
  • Gesticula mucho al hablar -parpadeo, muecas-.
  • Sacude la cabeza cuando habla.
  • Siente vergüenza al hablar e, incluso, intenta evitarlo.
  • Le cuesta comunicarse y se siente frustrado por ello.