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Qué fueron las Guerras Carlistas

El objetivo que nos hemos planteado para hoy está basado en contarte qué fueron las Guerras Carlistas, guerras civiles que se produjeron en España en el tránsito entre el Antiguo Régimen y el Liberalismo.

 

 

El término «Carlista» (o Carlismo) refiere a un movimiento anti-liberal y contra-revolucionario llevado a cabo en España durante el siglo XIX como un modo de reacción frente a lo que fue el implemento del sistema liberal en el país. El origen de estos movimientos debemos buscarlos en los famosos diputados «serviles» de las Cortes de Cádiz, cuyo desenlace serían dos conflictos superpuestos:

CONFLICTO DINÁSTICO O SUCESORIO. Aquí nos encontramos con dos aspirantes al trono: por un lado, Isabel, y por el otro, Carlos María Isidro. Este conflicto fue desatado cuando al promulgarse la Ley Sálica, que impedía que las mujeres reinaran en imperio, a menos que no hubiera herederos varones cercanos. Sin embargo, en el año 1830, Fernando VII promulgó la Pragmática Sanción, donde se establecía que las mujeres tendrían preferencia en la sucesión sobre los varones de parentesco más lejano. Así quedaba el conflicto desatado luego de esto: María Cristina se apoyaba en la Pragmática Sanción; Carlos, en la Ley Sálica.

 

 

CONFLICTO POLÍTICO O IDEOLÓGICO. Carlos era apoyado por grupos políticos e ideológicos que pertenecían a ramas contrarias, agraviadas por el liberalismo que nacía en el país: aquellos que eran partidarios del absolutismo monárquico, del fundamentalismo religioso y del foralismo territorial, además de los campesinos que temían por las transformaciones del medio rural ante el embate de las ciudades. En conflictos de este tipo es donde se encuentran las verdaderas raíces de las guerras civiles.

APOYOS SOCIALES. Aquí había variantes territoriales y sociales. Entre ellos estaban los CARLISTAS, cuya base social estaba situada en el campesinado del noreste del país, en el clero rural y regular, en la baja nobleza, en artesanos y algunos oficiales del ejército. Tenían como objetivo la proletarización en ciernes del campesinado, la desaparición de los privilegios nobiliarios, la reacción ante la desamortización y la supresión de las órdenes religiosas. Por otro lado, se encontraban los CRISTINOS o LIBERALES, cuya base social se situaba en las ciudades y en aquellos sectores más o menos beneficiados por el reciente y naciente liberalismo: burguesía, trabajadores urbanos, alta jerarquía eclesiástica, alta nobleza y mayor parte del ejército.

APOYOS INTERNACIONALES. Los CARLISTAS eran apoyados por potencias absolutistas como Austria, Prusia, Rusia, Nápoles y los Estados Pontificios, mientras que los LIBERALES recibían el apoyo de Francia, Inglaterra y Portugal.

 

 

Las Guerras Carlistas se fueron desatando a lo largo de todo el siglo XIX. Fueron tres las que se produjeron, pero sólo la primera fue la de gran relevancia:

  1. PRIMERA GUERRA CARLISTA (1833-1840)
  2. SEGUNDA GUERRA CARLISTA (1846-49)
  3. TERCERA GUERRA CARLISTA (1872-1876) 

De la Primera Guerra Carlista, la más importante, podemos destacar lo siguiente en cuanto a su evolución y características:

  • Comenzada en 1833-35, las partidas carlistas lograron dominar el medio rural vasco y navarro, conformando un auténtico ejército gracias a la labor de Zumalacárregui. Asimismo, intentaron dominar las ciudades pero no lo consiguieron, y eso llevó a la muerte Zumalacárregui en Bilbao.
  • Entre los años 1835 y 1837 se produce un equilibrio de fuerzas contra la reacción liberal: se produjeron victorias liberales en algunas batallas, y las guerrillas del general Cabrera en el Maestrazgo, y expediciones militares carlistas alrededor de toda la península, no lograron dominio alguno. Se produce un nuevo fracaso carlista en Bilbao, marcando un cambio definitivo en la tendencia de la guerra.
  • 1839. La iniciativa liberal y la división carlista hace que se lleve a cabo la firma del Convenio de Vergara, en la que el Estado se comprometía a aceptar militares carlistas en el ejército y a estudiar el mantenimiento de los fueros.

Frente a las sucesivas e importantes derrotas de los Carlitas, el sistema liberal se impuso por sobre los territorios hispanos. Asimismo, durante un largo tiempo, el Estado los respetó hasta que los vasconavarros produjeron su anulación definitiva en el año 1876.

 

 

Las consecuencias que se produjeron frente a la caída del carlismo tuvo que ver con el surgimiento de dos corrientes políticas bien diferenciadas:

  • TRADICIONALISMO como espejo de las mismas corrientes que se produjeron en toda Europa durante esa época, como forma de lucha frente a la sociedad liberal-democrática.
  • NACIONALISMO o REGIONALISMO español, presente hoy en día, que se va nutriendo de la lucha del FORALISMO frente al UNIFORMISMO liberal.