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Qué son las catacumbas

¿Qué son las catacumbas? A responder esa pregunta y también ampliarla nos dedicaremos hoy a través de estas líneas, remitiéndonos a pensar rápidamente en los antiguos cementerios subterráneos que simulan ser laberintos de gran longitud.

El origen de las catacumbas

Las mismas han sido construidas por una asociación de trabajadores llamados «fossores», en alusión a excavadores, quienes cavaron profundos nichos rectangulares a los que llamaron «lóculos». Originariamente, las catacumbas eran iluminadas con lámparas de aceite y, a menudo, se colocaban en ellas redomas con perfumes.
En la religión cristiana, las primeras catacumbas comenzaron a construirse en el segundo siglo y continuaron hasta mediados del quinto. La sepultura de los cristianos en esa época era muy simple si nos fijamos en la de Cristo. Alojando los cuerpos allí, los cristianos querían afirmar -de algún modo- su fe en la resurrección de los cuerpos. Pero no eran sólo los «lóculos» donde albergaban los cuerpos sin vida; había también otra clase de tumbas como, por ejemplo, arcosolio, sarcófago, forma, cubículo y cripta.
Uno de los ritos cristianos más comunes de todos los siglos fue la reunión en las catacumbas para celebrar el aniversario de los mártires y difuntos. Analizando la sepultura de Jesús podemos decir que los cristianos preferían la inhumación en respeto al cuerpo destinado a la resurrección de los muertos.

Entre otros tantos motivos que llevaron a la excavación de tumbas subterráneas podemos mencionar el fuerte sentido de la comunidad que tenían estos seres: tenían el deseo de encontrarse juntos también en el «sueño de la muerte».