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Qué son las relaciones interespecíficas

Hace algunos días hablábamos de las relaciones tróficas que atraviesan los diferentes seres vivos que conviven dentro de cada ecosistema. En la mayoría de los casos, los vínculos que allí se mantienen se dan entre organismos pertenecientes a una misma especie, estableciendo relaciones interespecíficas. Pero… ¿qué son las relaciones interespecíficas? Ampliemos un poco la información.

Decíamos, entonces, que cuando dos individuos que pertenecen a una misma especie se vinculan, se están relacionando de manera interespecífica; por otro lado, cuando ese vínculo se da entre organismo pertenecientes a distintas especies, las relaciones son intraespecíficas.

Por ejemplo, un parásito y su huésped mantienen una relación interespecífica. Si pensamos en una garrapata con un perro, vemos que el primero es un parásito que se beneficia del perro tras absorber su sangre; pero el perro, en esta relación, no obtiene beneficio alguno, al contrario.

El comensalismo es otro ejemplo de relación interespecífica. Un pez, por ejemplo, puede adherirse a un organismo de tamaño mayor -como lo es la ballena- para desplazarse; aquí, el comensal tiene beneficios pero no perjudica de ninguna manera al huésped.

Qué es la simbiosis

También está la simbiosis, una relación interespecífica que beneficia mutuamente a las especies que se están vinculando. Un ejemplo claro es el vínculo entre el pez payaso con las actinias: el pez se oculta entre los tentáculos de las mismas para proteger a sus depredadores, quien al mismo tiempo resulta beneficioso para la actinia pues le brinda protección.

Por otro lado tenemos también el inquilinismo, relación a través de la cual un individuo se refugia en el cuerpo de otro, vivo o muerto. El único beneficiado en esta relación es quien se refugia, siendo un claro ejemplo de ello los cangrejos ermitaños, que aprovechan las conchas de los caracoles muertos.

La relación de competencia es también un claro ejemplo de relación interespecífica, la cual perjudica a todas las especies involucradas -en mayor o menor medida- pues limita el acceso de todas ellas a recursos concretos. Las anémonas de mar presentan un comportamiento de este tipo: suelen competir para quedarse con una porción de terreno que hayan escogido.

La depredación es una de las relaciones más conocidas. Se consigue cuando los individuos de una especie se alimentan de los de otra; los primeros se denominan depredadores y los últimos, presas.