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Quién fue Barrabás

Probablemente hayas leído, en ediciones anteriores de Neetescuela, el nombre Barragás. El mismo se relaciona con cuestiones importantes en la vida de Jesús, a tal punto que el día de su crucificación él estuvo presente. Ya te contamos quiénes fueron los doce apóstoles, las estaciones del Vía Crusis y el por qué de la celebración de la Navidad. Todo esto, claro, en relación a Jesús Padre. Por qué entonces no hablar acerca de quién fue Barrabás en aquellos tiempos, si líneas más arriba también los relacionábamos con nuestro señor. Veamos.

Quién condenó a Jesús

Según cuenta la historia, Barrabás era un criminal, responsable de los alborotamientos generados en Jerusalén, así como también de los robos y asesinatos. Pedro, en Hecho 3:14, lo llama asesino. Desglosando su nombre, podemos decir que «Bar» significa hijo, y «abass», padre. Por lo tanto, Barrabás hace alusión a «hijo de un padre». A partir de esto se marca una brecha importante entre él y Jesucristo: por un lado, el inocente, Jesucristo hijo de Dios, que no encontró mal alguno y siempre se dedicó a hacer el bien. Ahora, al borde de la muerte. Por el otro, un asesino, criminal condenado a muerte. Uno de los dos iría a la cruz y era sin dudas Barrabás quien portaba las características y condiciones para ello. Pero veamos qué dice Lucas 23:13:25:

Entonces Pilato, convocando a los principales sacerdotes, a los gobernantes, y al pueblo, les dijo: Me habéis presentado a éste como un hombre que perturba al pueblo; pero habiéndole interrogado yo delante de vosotros, no he hallado en este hombre delito alguno de aquellos de que le acusáis. Y ni aun Herodes, porque os remití a él; y he aquí, nada digno de muerte ha hecho este hombre. Le soltaré, pues, después de castigarle. Y tenía necesidad de soltarles uno en cada fiesta. Mas toda la multitud dio voces a una, diciendo: Fuera con éste, y ¡suéltanos a Barrabás! Este había sido echado en la cárcel por sedición en la ciudad, y por un homicidio. Les habló otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesús; pero ellos volvieron a dar voces, diciendo: ¡Crucifícale, crucifícale! Él les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho éste? Ningún delito digno de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré. Mas ellos instaban a grandes voces, pidiendo que fuese crucificado. Y las voces de ellos y de los principales sacerdotes prevalecieron. Entonces Pilato sentenció que se hiciese lo que ellos pedían; y les soltó a aquel que había sido echado en la cárcel por sedición y homicidio, a quien habían pedido; y entregó a Jesús a la voluntad de ellos.

Como puede observar, fue a Jesús a quien entregan para ser crucificado, y Barrabás puesto en libertad. El inocente, en vez del culpable. Barrabás es tu y yo; en su persona estamos todos, todos los que «hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Veamos cómo lo describe Efesios 2:1-10:

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Según Gálatas 3:26:

…pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.

Y en base a los escritos de Colosenses 1:12-14:

con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.