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Quién fue Cuauhtémoc

A lo largo de estas líneas te contaremos hoy quién fue Cuauhtémoc, último emperador azteca cuyo origen data del antiguo Tenochtitlán, actual Ciudad de México.

 

 

Qué significa Cuauhtémoc

Su nombre tiene por significado «águila que cae». Cuauhtémoc fue sucesor de Moctezuma II, quien defendió a capa y espada la ciudad de Tenochtitlán del ataque de las tropas españolas al mando de Hernán Cortés. Esta asunción, junto a la caída de la ciudad, fue un hecho crucial para el país ya que dio fin a una de las más brillantes civilizaciones precolombinas.

Este emperador azteca quedó huérfano desde muy pequeño tras la muerte de su padre, el Rey Ahuízotl. Por pertenecer a la realeza, recibió una educación aristocrática que lo formaría para su posterior vida adulta en un calmecac. También de chico, contrajo matrimonio con Tecuichpo, una de las hijas de Moctezuma II, el emperador de ese entonces.

Después de la matanza que se generó en Tenochtitlán por el español Hernán Cortez, se generó en el pueblo azteca una reacción bastante violenta. Los indígenas del lugar quedaron exasperados ante la derrota de Moctezuma II a los españoles y se apedrearon de él, quien murió al poco tiempo. En ese momento, Cortés regresa a la ciudad y los indígenas huyen de la capital azteca la llamada «Noche Triste».

Mientras los españoles, comandados por Hernán Cortez, se preparaban para un nuevo ataque a Tenochtitlán, la corona azteca recayó en Cuitláhuac, un hermano de Moctezuma II. Pero este joven murió a los pocos meses como víctima de una epidemia de viruela que azotó al país. La propia nobleza, tras ver cómo Cuauhtémoc  se arrojó contra los españoles para defender su ciudad, lo designó sucesor del trono. Con tan sólo 24 años de edad, la experiencia militar que tenía superaba a la de otros tantos que se dedicaban al rubro.

Sin embargo, el joven no contaba con el apoyo de las ciudades y comunidades vecinas, sometidas en ese momento al dominio azteca. Pero no se rindió e intentó tratar de ganarse algunas grupos indígenas para que siguieran su camino. Fracasó en el intento y eso hizo que quedara débil pero no vencido: en ese momento mandó a construir fortificaciones  y organizó la defensa de Tenochtitlán.

Mientras tanto, los españoles continuaban tratando de arrasar con la ciudad y finalmente lo lograron, tras más de tres meses de arduo trabajo. Cuando Cuauhtémoc intentaba huir hacia Texcoco, quedó prisionero; los habitantes del lugar recibieron un trato cruel y sus suntuosos templos y palacios, símbolos de su civilización, fueron destruidos.

Desde ese momento, hasta su muerte, Cuauhtemóc permaneció cautivo, siendo torturado todos los días para que revelara el lugar donde se ocultaba el tesoro real.