Saltar al contenido

Quién fue el Cid Campeador

A través de estas líneas te contaremos hoy quién fue el Cid Campeador, nacido en España en el año 1043 y cuyo verdadero nombre de pila fue Rodrigo Díaz de Vivar.

 

 

Rodrigo Díaz de Vivar

Este personaje fue reconocido como caballero castellano, quien quedó huérfano de muy chico tras la muerte de su padre, Diego Laínez. Educado junto al infante Sancho, hijo del Rey Fernando I de Castilla y León, fue nombrado por ellos alférez real, en el año 1065. Un año más tarde, Rodrigo Díaz de Vivar se vio envuelto en triunfos tras haber ganado un combate singular contra el caballero navarro Jimeno Garcés para dirimir el dominio de unos castillos fronterizos que se disputaban los monarcas de Castilla y Navarra. Este gran triunfo le otorgó el sobrenombre de Campeador.

El nuevo monarca jamás manifestó descontento y resentimiento hacia el Campeador, y para honrarlo optó por concederle la mano de su sobrina, doña Jimena, con quien contrajo matrimonio en el año 1074.  Años más tarde, en 1081, una inoportuna expedición a tierras toledanas sin el premiso real, provocó su destierro de Castilla y la confiscación de todas sus posesiones.

El Campeador ofreció sus servicios a los condes Ramón Berenguer II y Berenguer Ramón II de Barcelona pero fue rechazado, entonces decidió ayudar a al-Muqtadir, rey de Zaragoza, en la lucha que mantenía con su hermano al-Mundir, rey de Lérida, Tortosa y Denia.

Al servicio de al-Muqtadir, venció en Almenar a Berenguer Ramón II en 1082 y cerca de Morella a al-Mundir y el soberano aragonés 1084. Durante este período fue cuando recibió el sobrenombre de Cid, derivado del árabe Sid que se traduce como «señor».

En 1086 el Cid se reconcilia con el monarca, tras la derrota de Alfonso VI frente a los almorávides en Sagrajas. Tiempo más tarde, el Cid partió hacia Levante, donde, entre 1087 y 1089, hizo tributarios a los monarcas musulmanes de las taifas de Albarracín y de Alpuente e impidió que la ciudad de Valencia cayera en manos de al-Mundir y Berenguer Ramón II.

Tras el fallecimiento de su protegido, el Cid decidió actuar en interés propio y en el año 1093 puso sitio a Valencia, aprovechando el conflicto interno entre partidarios y opuestos a librar la ciudad a los almorávides. Finalmente ingresa a Valencia en 1094, organizando una taifa cristiana que se valió de vida tras su muerte, efectuada el 10 de julio de 1099.