Habiendo hablado en posts anteriores sobre Calígula, el Rey David y Alejandro Magno, todos pertenecientes a distintos rubros y momentos de la historia, ¿por qué no contarte hoy quién fue Moises? Profeta y legislador de Israel perteneciente al Antiguo Testamento, más precisamente en el apartado del Éxodo. Su figura se ve reflejada en aquellas líneas, rodeada de milagros y muchísimas leyendas que a más de uno lo hacen dudar de su verdadera existencia.
Si tomamos como equívocas aquellas leyendas, Moisés resulta ser un personaje criado entre los faraones que se dedicó, gran parte de su vida, a meditar en el Sinaí. Allí se le otorgó la divinidad para liberar a los judíos refugiados en Egipto, sometidos todos a fuertes condiciones de cautiverio. De esta manera pudo unificar varios clanes palestinos y emprender viaje a la «Tierra Prometida».
En su viaje, Moisés sintió haber recibido revelaciones directas de Dios, formando así la religión judía que hoy en día se mantiene vigente: una gran alianza entre Dios y el pueblo hebreo, el cual seguiría siendo fiel a su monoteísmo.
En el Antiguo Testamento se habla de la deslealtad de Moisés para con Dios, quien lo castigó a vagar por el desierto durante un período de 40 años. Ya anciano al salir de Egipto, el profeta moriría sin conocer entonces la «Tierra Prometida». No sólo fue el dirigente del Éxodo judío hacia Palestino, sino también un flamante desarrollador de la ley judaica, la cual se encuentra amplia y perfectamente plasmada en los libros del Antiguo Testamento.
En el ámbito religioso, Moisés es pensado como autor de cinco libros, siendo venerada su figura por ambas religiones, judía y cristiana-musulmana.