A lo largo de este post te contaremos hoy quién fue San Antonio de Padua, reconocido santo franciscano, de origen portugués, sacerdote y doctor de la Iglesia.
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Hijo de Martín de Alfonso y María Taveira, su nombre de pila fue Fernando Matins hasta que, luego de una serie de hechos y sucesos, se convirtió en santo. De chico inició sus estudios en la escuela catedralicia hasta que, en el año 1210, ingresó en el monasterio de San Agustín de San Vicente de Fora, lugar cercano a Lisboa. Cuando todo parecía indicar que Fernando había encontrado su lugar en el camino hacia la religión, sus familiares y amigos se negaron a aceptar su gran vocación por ello y trataron de hacerlo abandonas sus estudios.
Pero no pudieron: Fernando tomó la decisión de renunciar a la herencia familiar y se trasladó inmediatamente al monasterio de Santa Cruz de Coimbra, un centro de enseñanza religiosa muy importante de la época. Fue allí donde recibió una gran influencia de la escuela teológica de San Víctor, pero a pesar de ello, no encontró allí su felicidad y tranquilidad. El monasterio donde residía se vio afectado por un gran enfrentamiento entre el rey Alfonso II de Portugal y el papa Inocencio III.
z_antonio_paduaYa en 1219 se convirtió en sacerdote tras conocer la comunidad franciscana de Coimbra, sintiéndose atraído por el modo de vida que llevaba: fraterno, evangélico y sumamente pobre. Tiempo más tarde decidió ingresar en la nueva orden, la cual carecía de prestigio por ser muy reciente. Allí, Fray Juan Parenti encabezó una ceremonia donde le cambió el nombre a Fernando por Antonio, siendo este el cambio más importante que llevó a cabo en su vida dentro del ámbito religioso.
Ese mismo año, junto a Fray Felipe de Castilla, se embarcó hacia Marruecos con el fin de alcanzar él mismo el martirio. Pero no tardó mucho en contraer la malaria del lugar, enfermedad que le dejaría secuelas para el resto de su vida y la cual lo obligó a abandonar el país y regresar a las tierras portuguesas.
En 1221 asistió al capítulo de su orden en Asís, donde conoció a San Francisco de Asís, quien lo envió al eremitorio de Montepaolo para lograr toda la fortaleza que necesitaba antes de encarar su misión de apostolado. Ya en 1222 está predicando en la catedral de Forli.
Entre 1224 y 1225, sus superiores los trasladaron al sur de Francia con el fin de combatir la herejía, la cual consistió en llevar una vida ejemplar, en charlas con los no creyentes y en catequesis para fortalecer la fe de los cristianos. San Antonio de Padua continuó formándose en Teología en Montpellier, además de ser guardián del convento de Le Puy-en-Velay y custodio de Limoges.
San Antonio de Padua fue todo aquello que podrías imaginar: orador sagrado, fundador de hermandades y de cofradías, teólogo y hombre de gobierno. Tras su fallecimiento, en el siglo XV, fue beatificado y proclamado doctor de la Iglesia en el año 1946. Su fiesta se celebra el 13 de junio.