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Química en acción – Flotar como en el Mar Muerto

¿Cómo funciona un extintor? ¿Por qué el nitrógeno líquido puede achicar un globo inflado? ¿Cómo creamos tinta invisible? ¿Cómo reconocemos un huevo duro de uno crudo? Estos y muchos más misterios de la química y la física se resolverán en esta nueva sección de “Química en acción”. Hoy explicaremos porqué es posible flotar en el mar muerto.

Vamos a necesitar: un vaso grande, sal, una cuchara y un huevo crudo. Llenen el vaso con agua, dos tercios de su volumen y agreguen bastante sal. Mezclen con ayuda de la cuchara. Deben agregar suficiente sal como para saturar la disolución (se darán cuenta cuando en el fondo del vaso se depositen pequeños cristales de sal). Luego coloquen con suavidad el huevo en el vaso y observen que sucede.

Vean que el huevo flota en el agua. Pero, ¿A qué se debe esto? Como hemos explicado en otras secciones el agua (o cualquier otro fluido) ejercerá una fuerza de empuje sobre un objeto sumergido en él. Cómo el agua salada es mucho más densa que el agua dulce, ejercerá sobre los objetos una fuerza de empuje mayor que les permitirá flotar en ella.

Esta experiencia puede verse reflejada en el Mar Muerto. Seguro muchos han escuchado nombrar a este mar, por ser imposible hundirse en él. Las aguas de este mar son ricas en calcio, magnesio, potasio y bromo; una composición diferente a la del agua de mar que conocemos. La salinidad promedio del agua del Mar Muerto, respecto a otros mares, está entre 3,1 – 3,8% más. Debido a la salinidad de esta agua, salvo las artemias, ningún ser vivo habita en él.

La elevada salinidad es lo que nos impide hundirnos en sus agua, ya que ejerce un empuje superior a la de otros mares (una densidad de 1240 Kg/m3 contra una de 1027 Kg/m3, respectivamente). Esta característica, la de poder flotar libremente, es lo que lo hace tan popular.