¿Cómo funciona un extintor? ¿Por qué el nitrógeno líquido puede achicar un globo inflado? ¿Cómo creamos tinta invisible? ¿Cómo reconocemos un huevo duro de uno crudo? Estos y muchos más misterios de la química y la física se resolverán en esta nueva sección de “Química en acción”. Hoy veremos cómo un objeto puede flotar o hundirse según la forma que tenga.
Vamos a necesitar: plastilina y un recipiente transparente lleno de agua. Primero van a hacer bolitas de distintos tamaños con la plastilina y las van a colocar en el agua. ¿Se hunden o flotan? Luego, a estas mismas bolitas las van a aplastar y darle forma de barco (como muestra la imagen). ¿Se hunde o flotan?.
Cuando pusieron las bolitas de plastilina en el agua observaron que se hundieron. Pero esto no se repite cuando a la plastilina le dan forma de barco. Pero, ¿cómo es esto posible?. Según la forma que se le dé a un objeto, este puede hundirse o flotar. Cuando se coloca un objeto en el agua, la misma ejerce una fuerza sobre el objeto que es igual al peso del agua que la pieza desplaza. Una bola de plastilina desplaza una bola de agua; pero la plastilina es más pesada que el agua por lo que se va al fondo. Si a la misma bola de plastilina se le da forma de barco, el agua que desplaza es mayor; pero al estar llena de aire se hace más liviana y flota.
Este principio, fue desarrollado por Arquímides y se lo conoce por el Principio de Arquímides. Establece que “todo cuerpo (objeto) sumergido en un fluido (líquido o gas), soporta un empuje de abajo hacia arriba igual al pedo del fluido desplazado”. Y su aplicación más conocida son los barcos. Un barco está construido de hierro, material sumamente pesado, pero debido a la forma que se les da tienen la capacidad de flotar.